Hace unos meses atrás, Carlos Méndez jamás se imagino que hoy sería la gran figura del momento en el fútbol de Segunda División, la misma figura que ayer a las 8 a.m. tenía 47 llamadas perdidas de diversos medios de prensa.

Hace unos meses, Méndez pensó seriamente en dejar el fútbol, desmotivado por la falta de dinero para atender las necesidades de su familia.

“La verdad si pensé en retirarme del fútbol. Me acuerdo que en un partido precisamente ante Uruguay, llegamos pocos a jugar, el equipo estaba muy mal, sobretodo porque ninguno de nosotros tenía dinero. Ese día, Uruguay nos ganó 3 a 1, fue un ridículo lo que hicimos y pasó por mi cabeza como dicen, colgar los tacos”, expresó el cancerbero, quien entre semana trabaja en una empresa de equipo industrial para hoteles y restaurantes en Aserrí, junto a su padre.

“Lo único que no me hizo renunciar al fútbol fue el compromiso que habíamos adquirido todos de morir con las botas puestas hasta donde fuera, cuando capturaron a don Minor (Vargas)”, indicó.

Agregó que es una persona muy hogareña y se considera un buen padre de familia. “Me gusta salir a comer, ir al cine, y jugar baloncesto”, finalizó.