Un irregular desempeño fue el que mostró la Selección Mayor a lo largo del año deportivo que tuvo.
Aquello pareció como si la Tricolor se montara en una montaña rusa y comenzó su travesía de juegos, 23 en total, en un puro sube y baja, y en los cuales registró siete derrotas, seis ganes y nueve empates, para un rendimiento final del 39,13%.
Se dio el lujo de medirse a selecciones de la talla de España, actual campeona del mundo, Argentina sin y con Lionel Messi, y un Brasil lleno de figuras, Neymar y Ronaldinho entre esas.
En esos compromisos no lució mal, pero mostró un síntoma nefasto: se acostumbró solo jugarle bien a combinados con cartel, porque ante los de Concacaf por lo general pinchó y lució mal.
Su rodaje competitivo oficial inició en enero, en la Copa Uncaf disputada en Panamá, bajo el mando de Ricardo La Volpe.
Le hizo frente también a la Copa Oro en junio, donde decepcionó no solo por quedar eliminada en cuartos de final ante Honduras, sino, por el pobre nivel de juego mostrado.
Un mes después fue invitada a la Copa América en Argentina. No pasó de la fase de grupos y generó inestabilidad en el banquillo de la Tricolor que terminó la salida de La Volpe.
Su lugar lo tomó en setiembre Jorge Luis Pinto, quien ha dirigido cinco encuentros, de los cuáles saboreó solo un gane, en el último juego del año, el jueves anterior contra Venezuela (0-2).
Ojalá la estabilidad llegué en el 2012, cuando se afronte la eliminatoria rumbo a Brasil 2014.
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