En las carreras navideñas el joven sacó tiempo para hablar con Al Día

Esteban Valverde

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Tibás. - “Desde pequeño, yo siempre decía: voy a ser el mejor delantero de Costa Rica, siempre me ponía metas más altas”, así de claro fue el delantero nacional, Joel Campbell, quien vivió su año de ensueño y espera que en el 2012 se terminen de cristalizar sus metas que ya se volvieron realidad.

La clave de su éxito reside en la mentalidad, no tiene límites, el balón es su mundo, aunque dice que no deja de ser un juego, por lo que no hay que perder la ilusión que tiene un niño cuando recibe su primera bola como regalo.

Campbell no pierde las ganas de soñar y cuando se preparaba para jugar el premundial sub 20 en Panamá a principios de año pasó algo que marcó su carácter.

“Estábamos en una habitación y se acercaba el juego contra Argentina entonces todos mis compañeros de la “Sele” dijeron que ojalá la Fedefut regalara entradas, pero yo les dije que no, ya que yo quería jugar ese partido, la verdad la mayoría se rió, al final estuve convocado”. Ahí Joel empezaba a marcar diferencia.

Y es que esa palabra tiene gran importancia para el artillero: “siempre me ha gustado ser diferente, no hacer lo que hace la masa, si usted quiere sobresalir en el plano futbolístico tiene que hacer algo más, no me gusta tener los tacos que tiene todo el mundo”.

Pero ojo, Joel sabe marcar la cancha y dónde aplicar la diferencia, como un regate a las complicaciones de ser tan joven e irse a la aventura europea; el nacional sabe con quien resguardarse.

“Mi mamá, ella es la que me ayuda. Siempre llego de entrenar y ella me ayuda, tenerla cerca es lo mejor para uno”, contó.

Según el jugador del Lorient, lo vivido en el 2011 es para nunca olvidar. “No le puedo pedir más a Dios por estos 12 meses, han sido los mejores de mi vida. Pienso que cada emoción tiene su espacio, jugar un Mundial sub 20 fue algo muy lindo en mi carrera, jugar una Copa de Oro fue algo espectacular, la Copa América ni qué decirlo”, valoró.

Pero para el delantero ya lo que pasó es un recuerdo y sabe que el 2012 será un año de grandes retos, como principal promesa del fútbol costarricense.

“Quiero volver al Arsenal, para eso tengo que esforzarme mucho en el Lorient, desde que llegué jugado 14 partidos de los 16, tengo que seguir trabajando para este 2012 consolidarme”, concluyó.