Siquirres, Limón
Christian Lagos trabaja duro en el equipo Santos, como lo hizo desde que tenía 14 años en varios bananales de este cantón, con la idea de rehacer su carrera como futbolista después de la amarga experiencia vivida en Liga Deportiva Alajuelense.
El delantero anotó el miércoles dos veces en la apertura de la I Copa Caribe.
“Vivo un crucial momento en mi vida. Una opción para seguir jugado fútbol la tengo aquí en Santos, como también pareciera haber una oferta de Honduras” pormenorizó Lagos.
Repaso de una aprendizaje
El 1 de febrero Christian volvía a su casa acompañado por su esposa Jessica Flores y sus hijos Hillary y Ernie de ocho y dos años, respectivamente.
Acababa de entrenar por primera vez con Alajuela.
Entre sus manos abrazaba, como el tesoro más preciado, un maletín con la vestimenta y el equipo necesario del nuevo trabajo.
Unas dos horas antes había firmado para el equipo manudo
“Era el hombre más feliz del mundo, Al cabo de seis meses, mis sueños eran una realidad: ascendí al fútbol de primera división con El Brujas, fui convocado por Ricardo LaVolpe a la Selección Nacional y me integraba a un equipo grande del país”, recordó ayer el futbolista.
Cristian Oviedo, Carlos Clark, Patrick Pemberton y Elías Palma, entre otros, fueron los más interesados en ofrecerle una cálida bienvenida y apoyo durante esos los primeros días.
“Me racalcaban todo el tiempo que si había llegado hasta Alajuela era porque yo algo tenía y, que debía trabajar duro para demostrarlo”, añadió.
El entrenador, Oscar Ramírez, le adelantó, al parecer, que necesitaría unos seis meses para habituarse al nuevo sistema de juego.
“Entre otras novedades no compartía el que yo jugara de espaldas al área, pivoteando para luego buscar el marco y concretar como era mi estilo. Más bien quería que buscara anotar mediante la búsqueda de diagonales”, recordó.
Sin embargo, con igual rapidez, esos sueños se desvanecieron al quedar desempleado por una supuesta y obligada disminución en la planilla,.
Esa decisión –aclaró el futbolista– fue sorpresiva pero hoy mi paso por Alajuela solo puedo recordarlo como un aprendizaje.
Lagos, de 27 años, nació en Ciudad Cortés, el tercero de cuatro hermanos, dos hombres e igual cantidad de mujeres.
Los padres Daniel Lagos y María Cecilia Navarro, emigraron a Siquirres en búsqueda de un mejor porvenir en los bananales de esa zona.
Christina asistió a la escuela y entró al colegio el cual tuvo que dejar en cuarto año para tomar el rumbo laboral del padre.
Llegó a la tercera división con el equipo de Matineña, luego pasó a Turrialba y después a Brujas.
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