Deportes
Domingo 15 de mayo de 2011, San José, Costa Rica
Pasión por el deporte

Opinión

Necesito sudarte, vida

Antonio Alfaro

analfaro@aldia.co.cr

Corre, se agita, agacha la cabeza, la levanta, respira, bota una bocanada de aire, mira al frente, siente las piernas, la tentación de bajar el ritmo, se niega, sigue. Corre. Suda. Triunfa.

De primero o en el puesto 7.000, sobrado o renqueando, triunfa el joven, la mujer, el hombre que sigue paso a paso hacia la meta. Para cada uno de ellos mis respetos. La pantalla del televisor no alcanza para la playa de corredores, gerentes, mecánicos, saloneros, oficinistas, amas de casa, representantes de una Costa Rica futbolera (me incluyo en ella) que también está saliendo a correr.

Declarado de aquellos que solo corren si tienen una pelota en frente, me resultó imposible un poco de envidia y otro tanto de contagio. Gracias.

Cada quien corre con lo que puede. Unos con las piernas, otros con el corazón, hay quienes lo hacen con el ego, otros con el alma. Cada quien tiene su meta: a diez kilómetros la de unos, en su reloj la de otros, en el pique con el amigo la de muchos. Algunos corren tras un sueño, otros dejan atrás un difícil momento, todos logran encontrarse consigo mismos en la ansiedad, el cansancio, el esfuerzo, la agitación, la llegada.

También se corre por moda, no me queda duda. La muy “linda”, “soda”, “fresa” o “pipi” que hace unos años hubiese arrugado la cara imaginándose sudada, pegajosa, con la boca seca o, aún peor, con saliba espesa, hoy se enfunda en su traje y se tira a la calle. Hasta ella (al parecer, no hay quien se escape) encontrará más que una actividad con que presumirle a sus amigos, usar las últimas tenis Asics y lucir las más llamativas prendas Nike, Adidas o Puma.

Cuando el sudor comienza a gotear, a correr por la sien, a caer en los ojos, a salir en diminutas gotas por los poros de de los brazos, la vida parece tener otro sentido.