Milton Montenegro, periodista

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El técnico Jorge Luis Pinto presagió ante Honduras un juego diferente al que tuvo contra Brasil y España.

Tenía razón, los catrachos no jugaron tan abiertos y se fueron satisfechos con el empate. Honduras nos dio una muestra de lo que será la eliminatoria, nada sencilla.

Siempre he pensado que la eliminatoria en Concacaf es muy complicada. El miércoles vimos un rival que no ofreció espacios, que metió pierna cuando debió hacerlo y cuidó el gol con uñas y dientes y eso que solo fue un amistoso.

El plantel que encarará la ruta al Mundial está afuera, son los legionarios.

Pensar en volver a una Copa del Mundo no es sencillo y Pinto lo sabe, aquí y de visita nos harán la vida imposible. Para marcar diferencia y buscar los boletos, junto a México y Estados Unidos, los favoritos de siempre, se debe ser certeros, contundentes, imponer el ritmo y jugar a alta intensidad, algo que la Tricolor no hizo ante Honduras.

Ahora bien, ya está confirmado, al menos para la primera fase que la Tricolor jugará en el Estadio Nacional. Es un error, Pinto y la Federación brindan ventaja a los adversarios. Los rivales se muestran incómodos en el Saprissa, los jugadores jóvenes sienten hasta temor, como dijeron los hondureños, mejor jugar en el Nacional y no en el Saprissa, claro en la “Cueva” la gente pesa y presiona. No es que no se deba jugar en el Nacional, pero descartar el Saprissa, es empezar perdiendo los partidos. Nunca olvidaré lo que en una eliminatoria le dijo Cobi Jones exjugador de Estados Unidos a uno de los futbolistas más jóvenes del plantel: “¿conocés el infierno?”, le preguntó, el muchacho dijo no y Jones le contestó: “hoy lo verás”, ese día Estados Unidos enfrentó a la Tricolor en el Ricardo Saprissa. “La cueva del infierno”, le llamaba Jones al escenario morado.