El mortal remate del jugador portugués del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, conocido como “Tomahawk”, es según los expertos, un latigazo imposible de atajar por los porteros, debido al efecto que toma el balón en el aire.
A más de 100 kilómetros por hora, el disparo de Ronaldo se convierte en un misil. La parábola que describe el balón y la velocidad que adquiere, ha dado lugar incluso a estudios científicos, concluyendo que es un disparo técnicamente perfecto, al alcance de muy pocos.
Y es que como publicó ayer el diario “Marca” de Madrid, los trallazos de Cristiano solo pueden ser comparados como latigazos, debido a que la bola sube y baja de manera endiablada.
En el diario español, Luis Garcés, de la Universidad de Biomecánica de Valencia, manifestó que “la clave es su golpe duro, seco en el mero centro del balón, él sabe que su muslo genera la potencia y por eso se lo señala cada vez que anota”.
Luego de sus dos anotaciones ante el Atlético de Madrid, uno de tiro libre y otro de potente remate desde fuera del área, el luso dejó en claro que no hay en el mundo un jugador que posea su misma cualidad, si no que lo diga el arquero colchonero, Thibaut Courtois.
De acuerdo con los expertos, el inventor de este tipo de golpe, fue el también exjugador del Real Madrid, el brasileño Didí.
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