La boxeadora Hanna Gabriels comenzó a caminar y trotar, escasamente 16 días después de que en el hospital Cima le fuera colocado un disco intervertebral artificial en su columna.
La campeona Mundial de las 154 libras fue autorizada a caminar cinco minutos y a trotar el siguiente, en una rutina que se repite tres veces para un total de 18 minutos de ejercicios.
“Voy muy despacio para no afectar mi convalecencia y, mucho menos, entorpecer mi recuperacion”, expresó ayer Hanna, quien fue entrevistada mientras hacía varios mandados en el centro de Escazú.
La idea, agregó, es quitarle poco a poco minutos a la caminata para sumárselos al trote. El próximo objetivo es caminar cuatro minutos y trotar dos.
“La primera meta es correr 18 minutos seguidos”, expresó la monarca de la división de los “Superwelters”.
Hanna expresó que por ahora solo toma un medicamento para evitar una eventual trombosis.
Además, hace una serie de ejercicios diarios en su casa, como también asiste a rehabilitación al mismo hospital CIMA.
La herida, al parecer, está practicamente cerrada.
El procedimiento, contrario a lo que la mayoría de la gente puede pensar, no aparece en la espalda de ella, sino más bien en el vientre y podría ser similar al de una cesárea.
“La gente que ha logrado verme después de la operación, además de reaccionar feliz por mi estado de salud, me externa su alegría, por lo que ellos consideran una “rápida” recuperación”.
Hanna fue clara al expresar que si bien experimentó un relativo dolor después de la operación, parte originado por el mismo procedimiento, no ha vuelto a sentir el agudo malestar que la aquejaba por el desgaste en la vértebra.
“Estoy muy feliz por mi evolución. Una vez más agradezco a los médicos, el Cima y toda la gente que se preocupó por mi”, dijo.
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