Deportes
Jueves 1 de noviembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Tercer triunfo consecutivo

“Monstruo” asusta antes del clásico

Franklin Arroyo, redactor

farroyo@aldia.co.cr

Saprissa soltó la fiera que tenía adentro, la que estaba oculta, y logró el tercer triunfo consecutivo. Justo antes del clásico.

Venció a Uruguay, con justicia, convenciendo esta vez, con un meritorio y trabajado 2 a 0 y dejó el pecho levantado para su visita al Morera Soto.

Era el momento oportuno para despertar, para dejar de lado las críticas y los abucheos y ese fútbol insípido con el que ganaba.

Ayer necesitó de la sencillez que otorgan las paredes, de la claridad del pase preciso y profundo, del entusiasmo por disputar cada balón. De abrir la cancha cuando el rival se descuidaba. Así crearon peligro.

El Saprissa de ayer mostró toque, tuvo profundidad, metió pierna y por segundo juego consecutivo, Alejandro Castro y Ricardo Costa vieron puerta.

El equipo no es un dechado de virtudes aún, pero al menos ayer, entusiasmó.

Las pequeñas sociedades, al estilo Cordero con Cancela, o Rusell con Castro, comienzan a dar los réditos que de ellos se esperaban, pero desde el inicio del torneo.

Con Yeltsin como la voz de mando en el medio campo y Sequeira haciendo lo mismo en la línea defensiva, a los morados le alcanza para ganar.

Fallan

Lo de Castro es un caso extraño. Es un jugador esforzado, que no da una bola por perdida, pero que tiene fallos frente al portero.

Ayer dejó ir dos muy claras y cuando le alistaban la boleta de cambio, se encontró un balón frente a Ricardo González que nada más debió empujar a las redes.

Fue la apertura del marcador y se desahogó como un loco porque el público se había metido con él.

También la tuvo Cordero, en un par de ocasiones y Russell que no pudieron definir en claras ocasiones.

Duro hueso

Uruguay se paró firme. Tuvo orden, coraje, disciplina y disposición y con todos esos elementos logró generar ocasiones.

Pero la salida en el complemento de Erick Scott, el más peligroso, el que lleva los hilos de las ofensivas, restó posibilidad de buscar algo más.

Por eso, el triunfo morado es más meritorio, porque Uruguay jugó.

No fue el cuadro que llega a reventar y a perder tiempo.

Se defendió, sí, como es lógico. Porque respeta a un equipo grande en su casa, pero cuando tuvieron la bola, hubo disposición por ir al frente, por asociarse, por rematar, o por abrir la cancha, todo para buscar el marco contrario.

Fue aguerrido y vendió cara su derrota.

Condega, Scott y Villegas, no dejaron tranquilos nunca a los defensores morados.

Mostró algo de lo que hizo ante Herediano en aquella noche espléndida, pero volvió a resentirse, físicamente, en el complemento.

Pero vale el esfuerzo.

Ayudaron a que la noche fuera un juego atractivo.