Deportes
Jueves 1 de noviembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

David Patey, empresario interesado en administrar al Herediano

“No soy el salvador”

Isaac Zúñiga Keith

isaac.zuniga@aldia.co.cr

Tibás.- Bien vestido, con traje entero oscuro y corbata celeste, jovial, sin perder su sonrisa, dejando a flor de piel su gran sentido del humor, consciente del “chicharrón” o el “arroz con mango” en el que desea incursionar como él mismo lo definió, pese a que de fútbol comienza apenas a empaparse.

Así visitó ayer por la tarde las instalaciones de Al Día el empresario estadounidense David Patey, quien en conjunto con un grupo de inversionistas están interesados en tomar las riendas de la administración del Herediano.

Patey de entrada, dejó claro que él no viene a ser el salvador del club florense, y pese a que le han dicho que invertir en el balompié nacional no es un buen negocio, va para adelante, con el fin de de darse la satisfacción de devolverle la estabilidad económica al equipo florense.

De esto y más conversó el presidente de la empresa Costa Rica Consultants, en la siguiente entrevista.

- ¿Por qué meterse en un ‘arroz con mango’?

Lo vi como una oportunidad. ¿Cuántas personas pueden tener participación en un equipo así?, pocas. Lo que yo digo con un chicharrón o ‘arroz con mango’ a lo tico, es que hay un problema que tenemos que tratar y arreglar y tener un buen resultado al final.

- ¿Se siente el salvador del Herediano?

Yo no causé este problema, no vengo como el salvador o héroe. Estoy dando esperanza. Hoy si esto fuera una página web diría: ‘no estamos tan mal, hay luz al final del túnel’. De verdad, le dijo al Herediano que yo quiero ayudar a solucionar este problema. No es el negocio más inteligente, ni el que me va a traer más inversión. No estoy buscando publicidad, sino satisfacción personal.

- ¿David cómo es, quién es?

Soy una persona trabajadora, simpático, guapo y humilde (risas…). Humilde más que todo (risas… y responde: ‘es un chiste’). Transparente, soy yo, auténtico. Me alegra que está saliendo (en los medios) mi personalidad como soy.

- ¿Antes qué deporte seguía?

El Baloncesto y muy apasionado, pero cuando me casé escogí no ver un juego a cambio de estar tiempo con mi esposa. Soy aficionado al Jazz de Utah y el Miami Heat; es un equipo interesante, siendo yo un ‘pancista’, pero bueno, todo el mundo quiere ir con un ganador.

- ¿Ha jugado fútbol?

Sí claro, mejengas, nada formal. No soy tan bueno. Hace un par de meses jugamos grandes contra pequeños. Los “chamacos” querían ver si nos podían ganar y nosotros sacamos la victoria 14-1, yo metí el autogol (risas…).

- ¿Ya vive el sentimiento que aflora en el aficionado rojiamarillo?

Todavía no sé qué es llorar por haber ganado o perdido, pero por supuesto que me gustaría vivir esa experiencia. Soy medio llorón (risas…), no tanto, pero sí sentimental.

- ¿Y tiene la camiseta del campeón nacional?

No, ojalá que alguien me regale una (risas...). Me dieron libros de historia y cosas así, me he metido a internet, sé que el primer campeonato lo ganaron en 1921, si no me equivoco, pero el próximo partido me la pondré.

- Juega el sábado el equipo. ¿Irá el estadio?

Lo estoy pensando, no es que no quiera, sino, cuándo es el momento apropiado, indicado. Yo no quiero adelantar las cosas.

- ¿Cómo surgió el interés en administrar al Herediano?

A través de Aquil Alí (expresidente florense), oí que había un grupo interesado en comprar el equipo, me puse en contacto con Mario Sotela y le dije: ‘¿Cómo está el tema del club? ¿No le interesa en darme un chance para analizarlo y ver si entro yo? Si le parece negociamos unos puntos, montos, condiciones’, entonces adquirí una opción de compra.

- ¿Aquil Alí es su principal asesor en este momento?

Él es mi amigo, es un proyecto en conjunto. Solo no me hubiese metido. ¿Cómo si estoy tan ‘detrás del palo’?. Aquil y yo hablamos del reto, montamos un plan para las negociaciones. Él es uno de los inversionistas y socios, tal como el grupo de Estados Unidos.

- ¿Cómo conoció a Sotela?

En negocios. Le presté plata una vez, hace un par de años tal vez, y cumplió perfectamente con el acuerdo, me canceló el total bien. A veces lo veo por aquí o por allá, nos topamos en el cine, en un restaurante y nos hablamos.

- ¿Es su amigo?

Lo considero un amigo, pero es por la cultura del tico, todos somos amigos. ¿Salgo a cenar con él? No. ¿He estado en su casa? No. ¿Sé donde vive? No. Es un conocido más bien.

- A Mario se dice, le ofrecieron hace poco $3 millones (más de ¢1.498 millones) por el club. ¿El monto que usted le pagaría si todo llega a buen puerto es más que eso?

No voy a contestarlo con todo respeto. Es una cifra que nunca se va a conocer. Tengo un acuerdo de confidencialidad en el contrato. Está escrito y debo cumplir con mi palabra.

- ¿A este momento tiene claro ya cuánto debe el Herediano a las diferentes instituciones?

Sí, pero no puedo revelar el monto. Primero lo voy a hablar con los socios y simultáneamente con la Asociación.

- ¿Se ha asustado de los números que se ha encontrado? ¿Son muy elevados?

No, son manejables.

- ¿Y ese análisis de las deudas cómo va encaminado?

Bien, siento que vamos a poder hacerlo. Va en un 50%.

- ¿Qué los haría desistir de darle luz verde a la idea de administrar al club?

Ellos (los inversionistas) saben de la situación. Tendría que ser un error tan grosero, un monto tan exagerado, para desistir.

- ¿Por qué no eligieron invertir en un fútbol que sea más rentable que el costarricense?

Pero, ¿cuánto cuesta meterse en ese fútbol? Es más caro. Esta es una oportunidad.

- ¿Por cuánto tiempo tienen claro no recibirían ganancia de la inversión que harían?

En un par de años podría ser, es parte de la proyección.

- ¿Cómo planean recuperarla?

Con los patrocinios, buscaremos potencializar eso y tener siempre el estadio lleno.

- Le están investigando para tener claro si los dineros suyos son de buena procedencia. ¿Le molesta eso?

Son dineros sanos. No me molesta, mejor. Yo no toco capital de terceros, como le ha ocurrido a otras personas. Por la forma de ser en el fútbol de Costa Rica, si no eres transparente, hay algo malo atrás, por eso los inversionistas van a dar la cara en su momento igual.

“Estoy asustado, impactado”

David Patey, reconoció ayer que tras su aparición el martes anterior en conferencia de prensa para hacer oficial su interés en asumir la administración del Herediano, su vida le cambió por completo.

“No me estoy quejando, pero sí ha cambiado. Fui a un restaurante hoy (ayer) en la tarde y desde la persona que me recibió hasta el mesero me dicen: ‘qué herediano, viva la Liga’, yo no sé si me gusta o no. De momento estoy asustado de manera positiva, impactado”, contó Patey.

“También salí de mi oficina y alguien en el techo gritó: ‘David, qué vamos a hacer con este estadio (el florense)’, y caminando se ven personas decir el uno al otro: ‘ahí va el que quiere comprar el Herediano’. Nunca había experimentado eso, es algo impresionante”, añadió.

Este estadounidense de 36 años, hijo de padres canadienses, con 10 hermanos, amante de la Coca Cola Zero y cuya comida favorita es el arroz con pollo, detalló que con su familia será más cuidadoso para no exponerla, y que puedan ir a un Mall sin ningún problema.

“Mi esposa me apoya, me mandó un mensaje de texto después de la conferencia de prensa: “se ve bien mi amor”. Mis hijas cuando las llevé hoy (ayer) en la mañana en la escuela me dijeron: “papi ahí te vimos en televisión”, pero quiero protegerlos”, dijo.

“Tal vez hay una pequeña posibilidad de que puedan ir a un Mall con mami y no se den cuenta quiénes son. Mis hijas tienen 11, 9 y 6 años, y los varones 4 y 2 años, tremendos (risas…). Son buenos chicos, pero varones”, concluyó Patey, miembro activo del movimiento de los Santos de los Últimos Días (conocidos popularmente como mormones).

Le gusta hablar un poco pachuco

Vino a Costa Rica en 2003 con el fin de aprender a hablar español. Hoy, nueve años después, David Patey lo hace con gran fluidez, incluso con los mismos dichos o palabras populares que utilizan a diario los costarricenses, y que él confesó disfruta ponerlas de manifiesto.

“Yo puedo portarme bien en momentos necesarios, pero me gusta hablar así pachuco como dicen ustedes, me encanta (risas...), y entiendo cuando lo hago. Yo soy un vacilón, y hay palabras en pachuco que frases o párrafos en español no explican y eso me agrada”, detalló Patey.

“He aprendido muchas, oyeron mi material anoche (el martes en la conferencia de prensa). Sé que si me ofrecen ‘sopa de muñeca’, no pienso que es si tengo hambre, es un sopapo en la ‘jupa’. También he aprendido otras como ‘bretear’, el ‘mae’ que yo lo uso. No soy vulgar”, afirmó sin dejar de sonreír este peculiar norteamericano, que igual goza de gran manera visitar las playas del país con su familia.