Cartago. - El frío imperante anoche en Cartago consumió al equipo que ayer sumo siete juegos sin ganar y salió abucheado por toda su afición.
La fiel fanaticada brumosa no aguantó el mal juego de los azules y se dio gusto gritando y silbando los errores de su equipo. Empezaron apoyando como siempre, pero esta vez los aplausos y vítores se apagaron con el transcurrir de los minutos. El principal objetivo de la afición fue su presidente, José Luis Rodríguez.
Un apagón cuando se jugaban 76 minutos, fue aprovechado por la afición para gritar ¡fuera Puma! en repetidas ocasiones. A algún sector de los seguidores no les agradó y se generó una disputa en la gradería oeste.
No se hicieron daño
El 0-0 es el reflejo de lo que sucedió en el terreno de juego, no hubo un claro dominador ni un equipo que inquietara realmente al otro.
Por medio de Erick Ponce los locales intentaron controlar el balón y atacar, pero nunca causaron peligro a San Carlos.
El primer tiempo cerró con solo un remate por equipo. Un tiro libre al minuto 29 fue la única ocasión de los visitantes. Pero el remate se fue desviado.
La de los brumosos fue menos clara: Rándall Brenes remató al cuerpo de Michael Mora la más cercana opción que tuvo antes de irse lesionado al minuto 46.
Irónicamente, en el complemento Cartago creció en la posesión de balón pero fue San Carlos quien causó peligro en el área.
La imprecisión local provocó y dio pie a que Juan Vicente Solís acariciara el gol. Pero la pierna salvadora de Danny Fonseca sacó el balón de la línea.
Luego fue la oportunidad de Luis Torres. El portero se lució al repeler un remate fuerte y colocado del volante Félix Montoya. Corría el minuto 66, diez minutos después se apagaron las torres de iluminación del sector oeste.
Veinte minutos más tarde reinicio el juego. Los locales gritaron gol en un remate de Rodrigo Garita que dio en el vertical. En el rebote el balón se paseó por el frente del marco sin que nadie la empujara.
Luego fue Verny Scott quien pudo matar el partido, pero solo ante Torres envió el balón a la gradería. Así acabo el juego, volvió la luz eléctrica pero el juego siguió en la oscuridad, especialmente del equipo local, que se hunde en la tabla y que ya colmó la paciencia de su afición.
