Mañana se juega el clásico número 278 del campeonato nacional, y entre ellos se encierran muchas anécdotas que brotan minutos previos al juego y propiamente dentro rectángulo verde.
Quizás si lee que a Valdeir “Badú” Vieira, pintoresco técnico brasileño que dirigió a la Liga Deportiva Alajuelense (1994-1996) y al Saprissa en la temporada 2000-2001, les echaron los polvos, le parezca extraño.
Pero así fue. Según cuenta Víctor Cordero, exdefensor morado, uno de los clásicos más recordados fue cuando Benjamín “Mincho” Mayorga se vistió de brujo indio para un clásico en el Alejandro Morera Soto.
Roy Mayers, exjugador y extécnico del Saprissa, cuenta que solían molestar con que Valdeir era medio brujo.
“Nosotros aparte de la rivalidad tenemos amistades con gente de Alajuela. Cuando “Badú” dirigía a la Liga, nosotros solíamos a vacilar con que “Badú” era medio brujo. Y en un partido, allá en el Morera Soto, resulta que el “Mincho” Mayorga se vistió de indio y llevó talcos”, dijo Mayers.
“Cuando pasó cerca de “Badú” le echó los polvos y le gritó (en son de broma): ¡Te vamos a ganar Badú! Al final ganamos, pero no fue por los polvos”, contó entre risas el famoso flaco.
Admira mucho a Valdeir
“Mincho” Mayorga recordó, entre risas, dicha ocurrencia. Y señaló que todo eso era parte de la bonita competencia que existía en esos tiempos entre jugadores de ambos equipos.
“Badú es un tipo vivísimo, yo lo admiro mucho. Ponía al brujo a llamarme en la noche y me decía (con voz misteriosa): “Mincho” vas a perder”, explicó el exjugador morado.
“Decidí hacerle la contra, y me vestí de guaymí, con esas camisas multicolores y decidí asustar a Joaquín Guillén y Mauricio Montero, grandes amigos míos, y les pego ese gran grito. Mientras Badú les decía: ¡No lo vean, no lo vean que embruja al equipo!”, relató Mayorga.
Ambos jugadores contaron que por casualidad ganaron 1-2.
Ya no hay picante
Mauricio ‘Chunche’ Montero explicó que los enfrentamientos entre los equipos más tradicionales del país perdieron ese picante extra que los mismos jugadores le metían durante la semana.
“Nosotros en clásicos o en finales ya empezábamos a carbonear a los compañeros, eso desde cuatro o tres días antes del juego. Por decirte algo, surgían los comentarios de que Rivers o Guillermo Guardia me iban a bailar o que me pasaban la bola hasta por debajo de la lengua.
“O los defensas respondíamos que no los íbamos a dejar tocar una sola bola, esas cosas picantes que se vivían durante la semana”, explicó el ‘Chunche’.
Según Montero, las cosas ahora son diferentes. Y depende mucho de cómo se tomen las cosas entre la afición, el rival y hasta en ocasiones la prensa.
“Antes estas cosas se agarraban de buena manera, ahora es lo contrario. Hasta ustedes mismos (la prensa) si uno dice algo van y pican al otro de mala manera y se sale de contexto. También hay que tener un poco de cuidado como lo toma la afición”, agregó.
“Un gane con nueve”
De los jugadores consultados, Víctor Cordero fue el que respondió de manera más rápida, sin pensarlo.
“El que más recuerdo fue el clásico en el que ganamos 2-0, en el Morera Soto. Dos grandes corridas de Drummond. Como olvidarlo, por algo le decíamos el venado. Eso significó mucho, la Liga venía de ganarlo todo, habíamos perdido en casa 1-0. Dimos vuelta y luego campeones”, recordó el exdefensor.
“Son más cultos”
Róger Flores fue uno de los jugadores que ha militado tanto en Liga Deportiva Alajuelense como en el Saprissa.
El exdefensor recuerda que el ambiente que imprimen los aficionados de ambos equipos es diferente.
“La afición liguista es más culta, más educada en las gradas, más medida.
Por lo contrario, el saprissista vive más el clásico, es más efervecente, son más expresivos, al menos en el tiempo que estuve yo”, considera Flores.
“Gracias a Wílmer”
Roy Mayers, exjugador y extécnico del Saprissa, cree que uno de los clásicos lo ganaron porque Wílmer López, cuando iniciaba, lo mandaron a marcar y no como armador.
“Mandaron al “Pato” a marcarme, recuerdo que me pellizcaba y yo iba al baño y el iba conmigo, es decir una marca personal. De lo contrario el marcador pudo ser otro. Y también un gol a José Alexis Rojas de perrita”, dijo Mayers.
“Ulloa me anuló gol”
En 64 años de disputar clásicos en el fútbol del país los goles anulados también han sido noticia. Hernán Medford, exjugador saprissista, recuerda que Berny Ulloa le anuló un gol que le daría el gane a los morados. “No sé qué pitó, lo cierto es que el balón entró y luego pitó saque de meta. Me sancionó exceso de velocidad”, Medford. Sin embargo, Ulloa alega que él había terminado el juego y Medford no escuchó. “Deje seguir el juego por protección”.
“Miso sin bromas”
Dentro del camerino liguista Harold Wallace era el encargado de romper el hielo, de poner la nota alegre.
El exdefensor recuerda que en las concentraciones solía jugar bromas, eso sí, menos a Josef Miso.
“Solía mojar a los compañeros o a esconderles la ropa u otros artículos personales. Al que no le gustaban las bromas, recién llegado, era a Miso. Nos decía: Por favor no molestar”.
“Sacamos la casta”
Javier Delgado, exdefensor y extécnico de los manudos, señaló el clásico luego de perder ante el Diriangén de Nicaragua, como uno de los más importantes.
“Luego de ese juego, enfrentamos un clásico que a los 10 minutos ya perdíamos 2-0. Se nos vino el mundo encima. Cualquiera se quiebra y deja de luchar, nosotros le dimos vuelta, ganamos 3-2, y luego en casa empatamos 1-1 y salimos campeones”, explicó el Delgado.
Debut y expulsión
“Un episodio desfavorable fue mi debut. Recuerdo que me expulsaron pocos minutos después del ingreso. Es un debut de los peores que puede tener un jugador”, explicó el argentino Pablo Izaguirre.
También, el exvolante manudo habló que no todo fue negativo. “El último gol que hice fue uno que le anoté al Saprissa, y en la final enfrentamos al Pérez Zeledón y fuimos campeones”.
“Se disfrutan”
Javier “el zurdo” Jiménez, exjugador de la Liga en los años 80’s, compartió que uno de sus recuerdos fue una anotación que le concretó al arquero morado Nery de Souza.
“Fue un lindo gol. El balón se le fue por debajo de las piernas y se le fue despacito, despacito. La cancha estaba mojada un defensa trató de sacarla pero no pudo, terminó dentro del marco”, detalló Jiménez. Según la página web de la Liga, “el zurdo” fue “uno de los extremos más formidables que tuvo el país. Un juego vistoso, y driblador, con una afición que lo aplaudía de pie”.
