La Sabana.- De nuevo hubo sonrisas, se coreó el ¡ticoos, ticoos! y la ola surcó todo el Estadio Nacional en las graderías.
Fue una noche de reencuentro entre la afición y la Selección Nacional. La goleada de 7-0 a Guyana fue el bálsamo para cicatrizar las heridas del esceptisismo, y el amargo sabor de no haber ganado en casa durante esta cuadrangular y de paso, sellar nuestro boleto a la hexagonal, para disputar uno de los tres boletos a Brasil 2014.
Una noche donde hasta el técnico Jorge Luis Pinto complació, hizo ingresar a Joel Campbell cuando la afición lo pedía a gritos desde la primera parte y esta misma “mancha roja” reconoció el aporte de Saborío.
Randall “Chiqui” Brenes al 9’, tras servicio de Saborío y al 13’ jugadón de los “tocayos” Cristian Gamboa y Oviedo, que el primero resolvió con fuerte remate cruzado al 13’, parecía que ni él mismo lo podía creer, abrió el “baile”.
Hasta entonces todo bien, el cuadro patrio dominaba y gustaba, aunque los aficionados que ingresaron después del minuto 15 tuvieron la mala suerte de perderse hasta entonces, el mejor momento del compromiso.
Saborío la tuvo en dos oportunidades más y Allen Guevara, también y poco a poco el accionar de la Tricolor se fue diluyendo, aparecieron los imprecisiones y la continúa y ensordecedora silbatina a Michael Barrantes, cada vez que tocaba el balón.
Masacre
En el complemento rápidamente el combinado patrio puso las cosas en orden y “Chiqui” Brenes de cabeza al 47’ y Saborío de penal al 51’ redondearon el 4-0.
El festín lo continuó. Cristian Bolaños al 60’, Celso Borges al 69’ y Saborío cerró la cuenta al 76’, aunque después tuvo un penal que el meta Carter le detuvo.
La goleada no deja dudas, pero también hay que ser francos: Guyana puso poco o casi nada de resistencia a un cuadro patrio que jugó a su antojo.
El primer paso está dado, llegamos a la ansiada hexagonal, pero es claro que más allá del partido visto ante los isleños, se debe mejorar mucho si queremos llegar a una nueva Copa del Mundo, aunque hoy cabe celebrar y darnos por satisfechos.