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Lunes 1 de agosto de 2011, San José, Costa Rica
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Portero puntarenense reconoce que estaba mal ubicado en el gol

Sequeira se culpó por el empate

Franklin Arroyo González

Redactor

farroyo@aldia.co.cr

Puntarenas.- El “chanfle” que José Cancela le puso al balón, al cierre de la inicial, se comió al portero porteño Luis Diego Sequeira y terminó en el gol del empate del Herediano ante Puntarenas, ayer en el Lito Pérez.

La anotación, de tiro libre, y nada fácil por la cantidad de futbolistas en el área fue reconocida como error por el arquero.

“Es culpa mía porque estaba mal ubicado... también es virtud del rival, que la puso allí”.

Pero también Sequeira tuvo algunos lances en los que no intervino de la mejor forma.

Una salida apresurada casi termina en gol y complicó a su defensa al soltar un balón fácil.

“No estaba nervioso, son situaciones del partido. Tampoco me sentí desencanchado”.

Puntarenas se plantó bien. Mostró orden defensivo, un medio campo con oficio, y dos puntas incómodas, como Yendrick Ruiz y Daniel Peña.

Una diferencia abismal con aquel equipo que fue último en el torneo pasado.

Pero su técnico señaló desgano de sus jugadores y habló con ellos en el camerino.

Gastones sí, chispa no

Heredia apostó por la tenencia de la pelota. Cancela, Cordero, Angulo y Cubero se encargaron de hacer circular el balón por todo el frente del área de Sequeira.

Giuntini los mandó a eso, a gastarla, a pasarla de pie a pie, a devolver la pelota al portero si fuera del caso para iniciar un nuevo ataque.

Pero ese control, a veces excesivo, a veces intrascendente, no significó tener las mejores opciones... faltó picardía individual, el desborde por los costados, la diagonal hacia el marco... la chispa.

Olman Vargas, hombre de área, de pelear la bola en las alturas, de choque, salió de titular en un equipo que buscó en el toque su camino al marco.

En cambio, cuando Heredia acudió a los centros, Vargas se mostró y puso en algunos aprietos a la zona defensiva local.

Mejoraron con Yosimar, por su picardía y por 20 minutos, hasta que el calor sofocante y el desgaste , hizo mella en los actores.