La Sabana. - El chapín José Alfredo Arévalo, devoró a la élite, les cantó “Otro muerde el polvo” de Queen (“Another one bites the dust”), ayer durante la segunda edición del Gran Prix Coopenae Dos Pinos.
La competencia consistía en recorrer un circuito de 200 metros, y el participante que llegara de último a la meta quedaba fuera. Es decir, básicamente consistía en sacar de la carrera a los más “lerdos”.
El Gran Prix iniciaba detrás de la estatua de León Cortés en La Sabana. Luego los 452 competidores inscritos debían bordear ese monumento, para entrar al Parque Metropolitano, tras pasar por cinco mojones.
En este caso, Arévalo devoró a la élite. Corrió veloz no para salvarse a él, sino para eliminar uno a uno a sus contrincantes.
Arévalo utilizó 22 minutos y 25 segundos para sacar de su paso a corredores como Francisco Chávez, Francisco Gómez, Pedro Jiménez, Yaser Reyes, entre otros.
“Era difícil alcanzarlo, pero la estrategia para mantenerme dentro de las primeras posiciones fue ubicarme bien en la primera vuelta porque la salida es muy estrecha”, comentó Francisco Chávez, segundo lugar.
El guatemalteco regresará a su país con tres victorias de suelo tico: además del triunfo de ayer, consiguió, semanas atrás, la Clásica San Juan y la Santaneña.
Lucha con el reloj
Para los participantes en triciclos, la competencia se realizó de manera distinta.
En lugar de salir en grupo, se efectuó una prueba contrarreloj de manera individual.
José Jiménez logró detener su cronómetro antes que el resto de los participantes.
Concluyó la prueba en un minuto exacto, dos segundos por encima de Cristian Agüero.
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