La boxeadora Hannah Gabriels denunció a su exrepresentante Kathy Cunnigham ante el Ministerio Público por los presuntos delitos de retención indebida y revelación de secretos, según lo informó ayer durante una conferencia de prensa.
Las primas segundas comenzaron a distanciarse hace varias semanas hasta llegar a la separación y, con esta acción de Hannah la ruptura parece definitiva.
Al Día intentó localizar ayer mismo a Kathy sin que ello fuera posible, pese a varios mensajes enviados a su celular.
Hannah afirma que Kathy, al parecer, posee información que le pertenece y que ella le ha solicitado que se la devuelva en reiteradas ocasiones.
Entre otra, su cédula de identidad, las claves de varios correos electrónicos tanto de la empresa como personales.
Además, supuestamente, le retiene libros de facturas, cuentas, contratos, copias de contratos e implementos deportivos.
Incluso, presuntamente, le pidió la entrega del reporte económico del periodo fiscal en curso y los informes de gastos mensuales y tampoco se los entregó.
Hannah aclaró, desde su punto de vista, que los ingresos recibidos por su defensa del título mundial, frente a la mexicana Melisenda Pérez, efectivamente, fueron a su cuenta personal, pero acto seguido debió transferirlos a la cuenta de su promotor Sampson Lewkowicz.
Él era el encargado de hacer los pagos.
Cunnigham, al parecer, detalló que las entradas fueron por $350.000.
Hannah, sin embargo, afirmó que esos no fueron los montos reales y que “para cuando se repartieron los manguitos, el más pequeño me quedó a mí”.
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