“¡Qué Messi, Neymar o Forlán! ¡Joel Campbell para todo el mundo!”, tituló el diario digital argentino Urgente 24, luego de la demostración que hizo Campbell ante Bolivia, pero ayer fue otra historia, Messi fue el mago que toda Argentina esperaba, mientras Campbell desapareció.
A Messi lo ubicaron como enganche y fue la luz de Argentina para salir de la incertidumbre, el “ché” dio 54 pases buenos, incluidas dos asistencias a gol (y pudieron ser muchas más, si Higuaín no se da gusto de mandar tanto tiro a la tribuna).
El argentino solo realizó cinco tiros y no se preocupó por quitarse rivales, sino por oxigenar a sus compañeros.
Bien lo dijo el estratega albiceleste Sergio “Checho” Batista, “Messi se vio brillante”, y es que así fue, el jugador del Barcelona volvió a sonreír y se divirtió, como no lo había hecho en todo el certamen continental.
Joel por su parte fue víctima de un sistema, el cual desde el principio lo anuló y le apostó a su individualidad, la cual no tuvo ni siquiera destellos de lo hecho ante la débil Bolivia.
El juvenil tico fue presa de la experiencia, el colmillo y alguna que otra patada de parte del defensor del Barcelona, Gabriel Milito. Joel solo hizo nueve pases en todo el encuentro, reflejo de su soledad en la ofensiva Tricolor.
El costarricense hizo dos tiros, uno a marco y un tiro libre que mostró que no se achicó, ya que aunque iba por fuera puso los nervios de punta en Córdoba, ya que pasó bastante cerca del horizontal defendido por Sergio Romero.
El duelo de figuras terminó disparejo, como la balanza en el papel de ambos equipos.
Al final, la lógica se impuso, Messi fue más que Campbell, por muchas razones: Argentina salió a arrollar, Costa Rica salió a defenderse; Messi tuvo acompañamiento, la única compañía de Campbell fue su sombra, y sin duda la madurez del “crack ché” se nota, mientras que la revelación costarricense no suma cinco partidos consecutivos en nuestra Primera División.