Limón. - Cinco años después de haber alcanzado su primer título nacional, el fútbol playa local salió del exilio al cual lo habían mandado, regresó a la competición de élite, y reconquistó el cetro que había ganado en el 2007.
El equipo de Limón subió al primer escaño del podio tras vencer recientemente al Saprissa en su propia cancha por 6 goles a dos. El cuadro caribeño, 15 días antes, había caído en su feudo por 5 a 4 frente a los morados.
“Esa derrota, probablemente, obedeció a que incurrimos en un excesivo conformismo, producto del gran trabajo que días antes habíamos hecho cuando ganamos como vistantes nuestra semifinal contra el cuadro de Punta Leona, que en ese momento era tricampeón nacional”, recordó Jermain Cruickshank, jugador y miembro de la parte administrativa del equipo.
Las raíces de Limón, en el fútbol playa, se remontan a una década atrás, cuando un grupo de aficionados a esta disciplina decidió incursionar en esta actividad.
“Hoy puede decirse que comenzó con un grupo de amigos. Ahora, yo puedo afirmar que eso se convirtió en una familia”, expresó Danny Johnnson, lateral y goleador del equipo (ver nota aparte).
Los muchachos, ya no tan muchachos, decidieron en noviembre del año pasado volver a la competición.
Luego de casi tres meses de reuniones con el objetivo de ponerse en regla para cumplir con los formalismos de inscripción y, reiniciar los entrenamientos tendientes a recuperar la condiciones físicas, en febrero debutaron en el campeonato como uno más de los nueve equipos que jugarían en un solo grupo.
Limón clasificó de tercero después de haber ganado cuatro encuentros, empatado dos y perdidos otros dos.
“Nuestro inicio fue muy duro y, puso a prueba nuestro ideal de querer hacer las cosas bien. Un ejemplo de ello es que el hecho de desplazarnos el mismo día hacia zonas como Jacó y Punta Leona, porque nos habían programado los partidos en horas de la mañana”, agregó Cruickshank.
Al principio, no contaban con los fondos para poder trasladarse un día antes.
El panorama cambió con la llegada de los primeros patrocinadores, entre otros Claro, Mutual de Alajuela y Serigrafía Yunis.
El presupuesto estivo entre los ¢8 millones y ¢10 millones.
El éxito deportivo, de acuerdo con el plantel, radica en los conocimientos que le aportó su entrenador Ariel Castillo, avalado por FIFA para desempeñarse en esta disciplina deportiva, y al hecho de que la base del equipo es un grupo de jugadores que prácticamente se conocen desde hace una década, trascendió.
Nueva sangre
Una vez asimilada la alegría del triunfo y, satisfechos todos los festejos por el título, los l´íderes del cuadro diseñaron los nuevos objetivos.
El primero, conseguir el bicampeonato y el segundo, reestructurar la organización con la idea de abrir un ambicioso plan de ligas menores.
Los veteranos de mil batallas pretenden darle oportunidad a nuevas figuras, porque estaban convencidos de que con ellos fortalecerán al fútbol playa de Limón, del campeonato nacional y del programa de la selección nacional.
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