Deportes
Viernes 13 de enero de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

¿En qué cabeza cabe?

Roxana Zúñiga Quesada, periodista

redaccion@aldia.co.cr

El caso de las 2.130 entradas para “90 minutos por la vida” que se exigieron de cortesía encoge el corazón, la razón, el alma, la mente, y grita contra una sociedad que cada día más enseña sus verrugas y fealdades.

El tema no se agota con la renuncia del Ministro del Deporte, William Todd, ni la presión que se ejerció para que se fuera el director del Icoder, Luis Peraza, quien también demandó infructuosamente la entrega de otros tres mil boletos.

El gobierno de doña Laura Chinchilla —firme y honesta—debe realizar una profunda investigación que determine con transparencia qué fue lo que pasó con este oscuro episodio que hace pensar acerca de cuán bajo hemos llegado.

Este infame tema no debe evaporarse con la salida del funcionario, en espera de los “célebres” tres días que hacen desaparecer toda polémica en el país. Esta vez, no.

Las excusas de Todd fueron tan poco convincentes que la mandataria exigió su salida por la puerta de atrás. Difícilmente la historia nacional registra una decisión tan descabellada y poco piadosa: exigir cinco mil entradas de gratis en un evento cuyo fin era ayudar a los niños con cáncer. Gracias a la posición valiente del exjugador Ricardo Chacón (gestor de esta iniciativa de que el fútbol coopere contra la enfermedad), solo fueron 2.130 entradas que se repartieron gratuitamente.

El dinero que no se obtuvo por esa aberrante orden oficial hubiera servido para sostener dos meses los gastos del centro donde los cuidan y asisten.

No se trataba de un concierto millonario para sacarle una buena tajada. Era una actividad en la que cada colón suma y representa una esperanza de vida y mejoramiento para tantos pequeños que sufren el látigo de este padecimiento.

Todo lo actuado debe examinarse con ojos de águila. La renuncia no exime de otras responsabilidades, lo que parece ser la tónica últimamente. ¿En qué cabeza cabe?