Tras un saludo cordial, con el paso del tiempo se mandaron al carajo; se trata de historias reales entre periodistas, dirigentes y futbolistas.
El incidente que se presentó la semana pasada entre el periodista de canal 6, Fabián Borbón y el jugador de Alajuelense, Elías Palma (quien le tiró hidratante al comunicador), es un capítulo más de las muchas diferencias que se dan a veces en este campo, y que en la mayoría de ocasiones quedan en el recuerdo.
Y es que este tipo de “encontronazos” no discriminan, ya que en ellos se han visto involucrados periodistas con una gran trayectoria, como Javier Rojas, hasta comunicadores que hacen sus primeras armas.
Similar al matrimonio
El trabajo de uno depende del otro, es como un matrimonio, unos días es de pura carcajada, pero en otros se llegan a “matar” con la mirada...o más allá.
Por esto, en Al Día nos encargamos de hacer un resumen de las principales pleitos que se han dado entre las dos partes.
“Tuve diferencias muy marcadas con dos dirigentes, Roberto Chacón de Alajuelense, y don Jorge Martínez del Herediano, nos mandamos para la mierd..., con don Roberto por un comentario deportivo y con Jorge porque se me fueron algunas palabras que no debí aplicar sobre el club”, cuenta el experimentado periodista, Javier Rojas.
El connotado comunicador nos compartió dos experiencias similares, solo que los protagonistas eran otros.
“En 1980 Jorge Pastor Durán dijo un comentario contra el Saprissa y cuando terminó su programa en el restaurante “El Diamante”, lo esperó una persona que se sintió afectada para golpearlo afuera”, recuerda.
“En otra, un árbitro agredió a Danilo Arias, de La Nación, en 1970, por hacer una columna criticando el arbitraje”.
Otro que sintió amenazada su integridad fue el comentarista de Radio Monumental, Leonardo Cordero, cuando en el periodo que Enrique Artiñano era el presidente morado (1993-1997), un grupo de dirigentes le reclamaron por decir al aire que la junta directiva iba a renunciar.
“Me gritaron de todo, me increparon muy fuerte, estaba asustado”, acepta.
Uno de los que recibió un insulto fuerte fue el editor de Al Día, Esteban Cuvardic, quien tuvo un altercado con el ariete, Álvaro Saborío. “me dijo carep…cuando Costa Rica quedó eliminada en el Centenario rumbo a Sudáfrica 2010, yo solo le pregunté que si había perdido una ocasión de oro en el juego”, señala.
Alex Mazón, de Monumental, tuvo un incidente con Jafet Soto, en su época como futbolista.
“Resulta que en una UNCAF, grabé a Jafet y le dije que le hacía falta algo para estar consolidado y me dice él: esa pregunta es bruta, en ese momento paré la grabación y discutimos”, asegura.
“La calentura del momento en ocasiones es difícil controlarla, pero queda solo ahí”.
Hidratantes para defenderse
El hidratante es como la “pistola” de los jugadores y técnicos; si no, que se lo digan al exredactor de los diarios El Heraldo y Al Día, Alexander Aguilar, quien fue víctima de un liquido rojo en su camisa, allá por el año 1997.
“A Juan Luis Hernández se le había criticado muy fuerte su labor con la Selección, entonces en Cartago en un partido amistoso, saliendo del camerino me regó una bolsa de hidratante rojo en mi camisa, me dijo que me iba a romper la cara. Yo me mantuve tranquilo, pero cuesta controlarse”.
Pero Juan Luis es protagonista en más de una historia, debido a que con el redactor Milton Montenegro, de Al Día, también tuvo un encaramiento.
“Fue cuando él dirigía la Selección, él fue criticado en México por Carlos Hermosillo, y me envió a mí a decir, como un recado a mi jefe, que no publicara eso, cosa que yo no acepté”, relata.
Pero no todo es guerra…
A pesar de que son muchos los que han tenido encontronazos, también hay algunos que aseguran que durante toda su carrera periodística, nunca han pasado por una situación de este tipo.
“Tengo 16 años de estar metido en medios de comunicación, cubriendo muchas crisis, pero yo creo que la clave está en el respeto de saber que hay un límite”, analiza Cristian Sandoval, periodista de Radio Columbia.
El periodista Leonel Jiménez añade: “en mis 34 años solo he tenido discusiones normales, pero hasta ahí”.
Pero a más de uno le hace falta contar hasta diez para que no les apelote la sangre, y se les baje ese tremendo “chichón”.
