Francisco Marín, viceministro de la Presidencia y presidente del Consejo Nacional de Deportes, indicó ayer que valoran realizar una investigación para determinar el paradero de 360 entradas que se solicitaron en el Instituto Costarricense del Deporte (Icoder), para conciertos y partidos en el Estadio Nacional en el 2011.
El Icoder, en los contratos que firmó con empresarios de conciertos y la Federación Costarricense de Fútbol el año pasado, solicitó 100 entradas para sus funcionarios en los eventos de Red Hot Chili Pepers, Judas Priest, Pearl Jam y partido de Brasil. En total 400 entradas. Si se saca el valor del total de las entradas la suma es de ¢14 millones.
La polémica se da porque el exdirector del Icoder, Luis Peraza, en declaraciones dadas a Al Día, el 25 de enero pasado, indicó que no se acordaba de esas entradas.
Peraza era quien firmaba los contratos de alquiler del Estadio Nacional. “No me parece que haya sido para funcionarios del Icoder. No recuerdo”, dijo.
Alba Quesada, directora a.i. del Icoder, señaló que en algunas ocasiones se realizaban rifas de 10 entradas, entre los empleados del Icoder. De esa forma, a cinco se le daban dos entradas para que pudieran ir acompañados.
Quesada dijo que nunca supo que se habían solicitado 100 entradas para funcionarios del Icoder y lo mismo indicó Arcadio Quesada, auditor del ente deportivo, quien además confirmó las rifas de 10 entradas.
Solo para el partido de Brasil, el total de las 100 entradas solicitadas significaban ¢6 millones.
Entonces, ¿a quién se le dieron las demás entradas?
Francisco Marín, viceministro de la Presidencia y presidente del Consejo Nacional de Deportes dijo que nunca se debieron haber solicitado.
“Vamos a valorar si se puede hacer una investigación. El problema que veo es que son personas que ya no están en el Icoder y hay que evaluar si se debe hacer un desgaste de este tipo”, dijo.
Marín manifestó que una de las primeras decisiones que se tomaron fue eliminar la práctica y desde este momento no se pueden pedir más entradas.