Opinión

Antonio Alfaro

Editor

analfaro@aldia.co.cr

Es día de “Óscares” y Tiquicia también debería entregar los suyos, con estatuilla y todo, no igual a la otorgada por la Academia estadounidense, aunque sí parecida, con una figurita dorada de Óscar (el “Machillo” Ramírez).

Nominadas a Mejor Película no podrían faltar “Humo en el Cuartel”, una guerra de intereses políticos y comerciales, alrededor de la “La Ley Antitabaco”, cuya primera escena es un aficionado fumando en el estadio.

“Caballo de Guerra”, pero no la exhibida estos días en los cines, sino la protagonizada por Douglas Sequeira, podría aspirar también al galardón de mejor actuación. Sin dobles, sin efectos especiales, sin heridas logradas a punta de maquillaje, el tipo es inquebrantable, un noble guerrero de los que quedan pocos. Y no solo por las cicatrices que colecciona, sino por el limpio pundonor.

“Rápidos y no tan furiosos”, con la misma adrenalina de siempre, también es digna de tomarse en cuenta. Después quemar llantas en Brasil, los intrépidos pilotos de la saga hicieron de las suyas en Costa Rica. Las desproporcionadas multas de tránsito amenazaban con mandar a las “cocheras” al país entero, hasta que Paul Walker y Vin Diesel rompieron todas las reglas, demostraron que aquella no era la solución y un destello de sensatez política le dio un giro a la historia.

“El Artista”, con Juan Luis Hernández nominado a Mejor Director Técnico, Mejor Actor, Mejor Presidente y Mejor... (todos los puestos que ha desempeñado, desempeña y desempeñará), también es favorita para la estatuilla de Mejor Escenografía. Filmada toda en blanco y negro en el estadio de Tarrazú, la fotografía logra hacernos sentir en los inicios del fútbol.

¡Después de verla quién puede dudar de que a veces somos de película!