El guardameta nacional le contó a Al Día su vida en España

Esteban Valverde

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Valencia, España.-La paella es una comida típica de la ciudad de Valencia, compuesta por arroz, acompañamientos como mariscos y vegetales, a la cual Keylor Navas le hizo unas modificaciones para así encontrarle sazón tico a su vida en tierras ibéricas.

Y es que en la cocina de la casa del arquero y su familia no pueden hacer falta los ingredientes necesarios para comerse un gallo pinto, un chifrijo y hasta un tamal. “Aquí tratamos de no extrañar Costa Rica. Hemos hecho hasta tamales, cuando voy a Costa Rica me traigo los consomé, la salsa Lizano, las papitas para Daniela (hija de Andrea Salas, su esposa)”, comentó el guardavallas entre risas. Al principio al tico le costó conseguir frijoles y hasta pasó carreras con la pequeña Daniela. “En Albacete estuvimos 22 días en un hotel, se cocinaba con mucho aceite y eso le afectó”, contó.

Navas vive en el centro de Valencia, en un quinto piso de un condominio, donde tiene todas las facilidades sin salir de casa.

“En realidad tenemos que salir poco, ya que hay una piscina, gimnasio, jacuzzi, sauna, guarda, en el verano se aprovecha muy bien”, afirmó.

En cuanto a la vida social el arquero manifestó que está completamente adaptado, debido a que ya ni utiliza el “GPS” para trabajar. “Ya no uso el “Tomtom” (como se le llama al GPS), lo use la primera semana, pero ya me conozco Valencia sin problema”, dijo.

En cuanto a la forma de manejo, el jugador dice que hay que acostumbrarse al estilo de la ciudad, aunque él evita el estrés con una buena canción de bachata ó el artista cristiano, Jesús Adrián Romero en su radio.

La vida de la familia Navas- Salas en España es muy tranquila, y eso se comprueba al consultarle al meta que no le gusta y en broma comunica, “que no juego en mi equipo, eso es lo que no me gusta”, dice riéndose.

Uno de los puntos que ha puesto prueba al cancerbero es la educación de Daniela, ya que cruza el cuarto grado en una escuela muy exigente llamada Mascamarena.

“Ella está en un colegio bilingüe de inglés, el nivel es muy alto, es muy exigente, cuesta un poco porque dan valenciano, pero se ha esforzado y va para adelante. Nosotros en la noche nos dedicamos a ayudarle con la tarea, es como cuando estábamos en la escuela”, añadió el futbolista.

Y es que no todo ha sido color de rosa para la familia Navas- Salas desde que llegaron a España, ya que en Albacete pasó ciertas incomodidades. “No lo ven a uno con los mismos ojos. La gente dice que uno viene a llevarse su dinero, entonces hay que sacar carácter y demostrar porqué se está acá”, añadió.

Navas, Andrea y Daniela se divierten visitando el cine ó compartiendo con amistades, como la familia del compañero de Keylor, el español Javi Venta.“Nos costó mucho ir al cine, porque las películas son con acento de acá, pero uno se acostumbra”, señaló.

Como pasatiempo, al cancerbero le gusta dormir, jugar “Play Station” e ir a la playa.

“En el verano vamos a almorzar a la playa. Ahí nos quedamos comiéndonos una paellita, luego Daniela se baña un rato. Y en el “Play Station” hace un tiempo era el más malo, iba a la selección y ni jugaba. Ahora que fuimos a Gales estuvimos jugando y todos estaban asombrados”, concluyó.

Al final se demostró que el ingrediente principal de la paella de Navas es el amor de familia, con lo que logra tener la llamita de Costa Rica viva al otro lado del charco Atlántico, en el Viejo Continente.