Karen Coope y Marcela Araya, voleibolistas

Rodolfo Martín

rmartin@aldia.co.cr

Aprovechémoslas.

Karen Cope y Marcela Araya están de regreso en el país y, volvieron a sus raíces, al equipo de voleibol de San José de Primera División.

Karen, llega de Puerto Rico donde jugó voleibol de primera categoría tras hacerlo en Suiza, Suecia y Austria; mientras que Marcela, proviene de la Universidad de Louisiana Elmoroe, un equipo más en la élite de la NCAA.

Las legionarias, se integraron a la selección mayor, con la diferencia de que Marcela, por su edad –apenas 19 años– también forma parte del seleccionado Sub-23.

Karen tiene 25 años y es hija del exbasquetbolista Stuart Cope y de la educadora y exatleta nacional Brenda Charles (q.d.D.g.).

“La madurez”, respondió Karen sin dudarlo un segundo, cuando se le preguntó cuál era a su juicio la experiencia más provechosa que había conseguido a su paso por el voleibol internacional.

Es lo que siento que más ha cambiado en mí, agregó, porque creo que ahora juego más tranquila. Yo peco de perfeccionista y eso me hacía exigir mucho de mis compañeras y de mí, lo cual se reflejaba en un fuerte carácter.

Karen tiene una hermana mayor, Wanda y un hermano menor, Carlton.

La educación primaria la sacó en la escuela Católica Activa y la secundaria en el Colegio Seminario. Aún no ha ingresado a la universidad precisamente por sus tres temporadas en Europa y la pasada en Puerto Rico.

“Estoy interesada en estudiar Veterinaria o Biología. Todavía no me decido”, expresó la delgada muchacha que optó por convertirse en atacante cuando algunos pensaban que mejor hubiera sido líbero o colocadora.

Karen vive en la urbanización El Bosque, San Francisco de Dos Ríos.

La actividad internacional le permitió reunir unos ahorros con los cuales sufragar sus necesidades personales. Es soltera.

“Mi sueño fue salir a jugar al extranjero y ya lo alcancé. Ahora, lo que quiero es volver a Europa con la ilusión de poder jugar la “Champions Ligue”.

Circuito de élite

Marcela apenas había adquirido la mayoría de edad cuando le llegó la oferta para integrarse al voleibol de élite de los Estados Unidos con la Universidad de Louisiana Monroe.

“Para mí era muy difícil porque significaba independizarme muy joven”, recordó la atleta, quien es hija de Rolando Araya y Marcela Urbina.

Su padre fue voleibolista y todavía practica este deporte. Ella tiene tres hermanos, Esteban y Andrés, que también juegan e Ignacio quien es asistente de su entrenador, Juan Acuña.

La joven, quien se desempeña como líbero, cursó la educación primaria y secundaria en la institución Oasis de Esperanza.

La Universidad, no le paga por jugar, pero le suministra una beca completa de estudios, vivienda y comida.

“Allá la vida es intensa pero a mí me gusta. Los estudios son fuertes y el trabajo con el equipo prácticamente igual”, dijo.