Opinión

Esteban Cuvardic, editor

ecuvardic@aldia.co.cr

¡Ufff! ¡Qué susto con el terremoto de ayer! ¿Usted no se asustó? ¡Qué dichoso! Tiene nervios de acero. Porque yo, la verdad, sí me asusté algo.

Casualidades de la vida, el terremoto se produjo un día después de que David Faitelson, polémico periodista mexicano, dijera que “Costa Rica tiembla con sólo ver la camiseta verde de México”.

No creo que sea para tanto, no me imagino a Keylor Navas, Joel Campbell, Álvaro Saborío o Bryan Ruiz temblando antes del partido.

Polémicas aparte, lo cierto es que luego del inolvidable Aztecazo del año 2001, Costa Rica no la ve con México. Los resultados no mienten, incluyendo dos derrotas en el “inexpugnable” campo del Ricardo Saprissa.

¿Cuál será el resultado del viernes? Primero que nada, ojalá gane Costa Rica. Eso es lo que opino como aficionado.

Pero voy a dar mi opinión como periodista: creo que habrá un empate o un triunfo mexicano. Tampoco estoy descubriendo el agua tibia.

México es, junto a Estados Unidos, el gigante de la Concacaf. Está por encima de los demás. Claro, eso no le alcanza para superar los octavos de final del Mundial, donde chocan con cerca una y otra vez.

Pero, como dijo Eduardo Li, hay una envidia de la sana cuando hablamos de México. Cómo no, si tienen una de las tres mejores ligas de América, junto a Argentina y Brasil.

Cómo no, si tienen millones de dólares para gastar en estrellas como el “Chupete” Suazo, ahora en el Monterrey.

Cómo no, si fueron campeones olímpicos en Londres.

Cómo no, si tienen a figuras como el “Chicharito” o Guardado, en clubes grandes de Inglaterra y España, como el Manchester “U” y el Valencia. Pese a todo, espero que Costa Rica gane. Pero lo digo como aficionado. Como periodista, lo máximo que espero de nuestra “Sele” es un empate.