Milton Montenegro, redactor

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Cuando alguien está haciendo el ridículo, los jóvenes de hoy día le dicen no haga feo.

Y la dirigencia de Herediano, o quizá solo don Mario Sotela, hicieron y hacen feo.

En la tienda oficial del club, se vende la camisa amarilla que dice campeón y el número 22, en alusión al título que aún no ha ganado el “Team”.

La idea de sacar camisas a la venta no está mala. Los rojiamarillos aprovecharon la efervescencia de los aficionados y las mismas se han ido como pan caliente. Lo malo es que al parecer, esas prendas no son nuevas y se escucha que eran las que tenía Liberia.

Alguien allegado al club florense me dijo que sí, son las de Liberia, aunque don MarioSotela expresó en Al Día: “si son las camisetas de Liberia o no, ¿qué importa?

Don Mario, creo que está equivocado, sí importa.

Si querían vender camisas y como dije antes, está buena la idea. ¿Por qué no pagaron a hacer unas nuevas? ¿Por qué usar indumentaria con una marca de una casa comercial, que no es la que le aporta el uniforme al Herediano?

¿Por qué no le ofrecieron al seguidor florense, que está como loco con ese ansiado título 22, una prenda original del club? ¡Y no darle atolillo con el dedo, con la camisa que al parecer, sí eran las de Liberia!

El seguidor del “Team” merece respeto porque los aficionados, quienes mañana llenarán el Rosabal Cordero, no le dieron la espalda al club, que con tal de ver a su equipo en el Rosabal, no dudaron para pagar ¢15 mil o más por la entrada y respaldar al plantel.

Don Mario, como dijo un compañero aquí en la redacción: ¿Usted cree que un seguidor del Milán comprará la camisa del club si se da cuenta de que por ejemplo estas eran las de la Liga, o cualquier otro club rojinegro del mundo? No creo. Por eso don Mario y dirigentes heredianos, no hagan feo y ojalá no se les queme el pan en la puerta del horno.