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En el torneo pasado, todos, o al menos la mayoría de periodistas deportivos vimos y escogimos a Daniel Cambronero como el mejor guardameta del certamen, y así lo premió la Unafut.
Hablamos del buen campeonato que hizo, pero ahora no se puede dejar pasar la salida casi a matar contra Fernando Sequeira, delantero de la Liga.
“Voy sin mala intención, incluso giré el cuerpo y él (Sequeira) pega conmigo. No hubo mala intención, no dejé la rodilla arriba ni la “plancha” para golpearlo”, dijo Cambronero en Al Día.
Pero como dicen, a otro perro con ese hueso, no puedo afirmar que tenía mala intención, pero pudo despejar con el puño y sí dejó la plancha arriba. Daniel, si Sequeira no vuelve la cara, ese muchacho estuviera en el hospital y usted lamentando esa salida brutal.
Andrey Vega, quien fue el árbitro del partido estuvo fatal y por eso a él y a Andrés Alpízar, quien dirigió en San Carlos, los castigaron.
Lo malo es que la Comisión de Arbitraje no da a conocer cuántas fechas es la sanción y deben decir si son dos o tres juegos fuera. Ante arbitrajes tan malos, mínimo unos seis partidos deben estar sin dirigir, igual Wálter Quesada, quien da la impresión que se cree intocable.
Y es que con ese mal trabajo de Vega, don Raúl Pinto, jerarca manudo, dijo no aguantar más porque le están apaleando a sus futbolistas.
Don Raúl, usted es un dirigente de un club muy importante, no se exprese y no se comporte como un fanático. Ve la paja en el ojo ajeno, pero cuando los manudos deben entrar fuerte, ahí no dice nada, se queda calladito. Nunca lo he escuchado decir que le pedirá a sus futbolistas que no cometan faltas.
Sí, a Sequeira casi lo matan, pero nadie creó un plan para apalear a los rojinegros en cada compromiso.