París-Moscú/EFE. - El multimillonario proyecto de capital catarí formado en torno al París Saint-Germain descubre hoy la Liga de Campeones frente a un Dínamo de Kiev a priori inferior, pero contra el que tiene la obligación de despejar las dudas que rodean al equipo del técnico italiano Carlo Ancelotti.
Los galos afrontan su retorno a la competición por primera vez desde la temporada 2004-2005, pero con la enorme presión de haber sido el club de Europa que más dinero ha invertido en fichajes, lo que lleva aparejado una exigencia de resultados.
Tras un inicio dubitativo, el PSG parece haber encontrado la buena vía y ahora se encuentra cuarto en la Liga doméstica, tras haber sumado dos triunfos consecutivos después de tres sin conocer la victoria.
Mucha de la mejora se debe al buen momento que atraviesa su hombre estrella, el sueco Zlatan Ibrahimovic, autor de cinco de los seis tantos del equipo.
“No hubiera venido si no pensara que el PSG puede ganar la Champions League. Es verdad que nunca la he ganado, pero no estoy desesperado. Los títulos llegan con los grandes jugadores, y ahora estoy con grandes jugadores. Nunca se ganan los títulos solo, eso seguro”, comentó Zlatan.
Alrededor del potente delantero, Ancelotti está creando un conjunto sólido, en el que también destaca el argentino Javier Pastore, que tras haber comenzado mal la temporada celebró el pasado viernes su primer gol del año ante el Toulouse, mientras que su compatriota Lavezzi puede volver al once titular tras haber cumplido una sanción.
Para ganar moral, el conjunto francés tendrá que hacer una buena entrada en la máxima competición, acorde con las expectativas creadas.
Salvo el brasileño Thiago Silva, Ancelotti cuenta con todo su equipo, aunque no se descarta que introduzca algún cambio respecto al último encuentro.
Por su parte, el Dínamo Kiev inicia en París su andadura en la Liga de Campeones sin grandes ambiciones, aunque ha reforzado notablemente su plantilla tras el retiro de Andréi Shevchenko.
La fulgurante estrella del equipo dirigido por el ruso Yuri Siomin sigue siendo el internacional Andréi Yarmolenko, un potente zurdo de 22 años y casi 1,90 metros que dejó muestras de su clase en la pasada Eurocopa.
