Deportes
Sábado 22 de septiembre de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Atacante de Dimas Escazú

Jacky apunta a los 500 goles

Sofía Quesada Chavarría

squesada@aldia.co.cr

San Joaquín. - Todavía recuerda como si fuera ayer cuando su gran amigo Roy Chinchilla se quedaba en la esquina de su casa, para avisarle cuando llegaba su papá.

Mientras tanto, ella no paraba de jugar “bola” con los vecinos del barrio Zetillal de Guadalupe.

Hoy, 24 años después, Jacqueline Álvarez es la máxima goleadora del fútbol femenino.

El 2 de setiembre consiguió con Dimas Escazú el gol 300 de su carrera, una cifra enviadiable.

Para llegar a eso “Jacky”, como le dicen sus familiares y amigos, tuvo que dejar atrás los estereotipos y a los machistas, entre ellos su padre, Abelardo Álvarez.

“Me metía del pelo a la casa cuando me veía jugar bola con los chiquillos del barrio. Mi papá fue muy machista, me decía que el fútbol era para los hombres y que era una ‘marimacha’, eso era muy duro”, cuenta Jacqueline.

Aquella chiquilla que regalaba la merienda a sus compañeros de escuela y colegio con tal que la dejaran jugar, hoy se convirtió en el orgullo de su progenitor.

“Modestia aparte hoy soy el orgullo de toda mi casa. Ahora mi papá guarda lo que sale de mí en los periódicos”, confesó.

El inicio de la goleadora

En 1998, con 20 años y con la aprobación de sus padres, la jugadora empezó a entrenar con el equipo Deportivo Saprissa.

Con la camiseta morada se le abrió el mundo y se le cumplió el sueño de ser una jugadora profesional, aunque es consciente que no se puede vivir de eso.

“El fútbol femenino aquí en Costa Rica no deja nada porque es muy amateur, falta alguien que crea más en nosotras”, aseguró.

En el país ha jugado con seis equipos y tuvo la oportunidad de formar parte del Venus City de Panamá, donde ganó dos títulos.

A sus 300 goles hay que sumarle sus ocho títulos nacionales y en nueve oportunidades fue la goleadora del campeonato nacional.

Actualmente juega con Dimas Escazú y es entrenadora de ligas menores en ese conjunto. En un futuro se ve en un banquillo.

“Ahora me enfoco mucho en capacitarme como entrenadora. Me quedan dos o máximo tres años para jugar, me siento bien físicamente”, manifestó la atacante, quien reconoce que su gran suerte ha sido que nunca ha sufrido ninguna lesión.

Aunque sus 300 goles cualquier jugador se los desea, para Jacqueline este no es su techo.

“Puedo decir que hay Jacky con gol y para rato, necesito 200 goles más porque yo cierro mi carrera con 500 (ríe). En dos años si me da para hacerlo porque todavía me siento muy bien y amo lo que hago”, concluyó Álvarez.

Alejada de la Federación

Denunciar a Randall Chacón, entrenador de la Selección Mayor femenina en el 2010, puso punto final a su etapa en la Tricolor.

Luego de que finalizara el premundial de Cancún, Jacqueline Álvarez acusó a Chacón de mantener una relación sentimental con una jugadora.

Desde entonces, la Federación Costarricense de Fútbol la marginó. “Yo solamente defendí al país, no era posible que una cosa así estuviera pasando cuando nos jugábamos algo tan importante, pero la Federación no me creyó a pesar de que aporté pruebas”, recordó.

Ese fue su último torneo con la selección nacional.

Para el pasado preolímpico, que se realizó en enero en Canadá, miembros de la Federación y la entrenadora Karla Alemán la llamaron para que formara parte del equipo. “Primero hablaron conmigo y me dijeron que me había equivocado, les dije que hice lo correcto y que no tenía nada que estar haciendo ahí”.

“Estar o no estar en la selección ya no me duele porque cada vez que estuve di lo mejor de mí y si ya no estoy, no es por mí. Sí me llama la atención que con la experiencia que tengo no esté en el Comité Organizador del Mundial sub 17 (en el país, en el 2014)”.