Carson, California. - Es cierto, David Beckham no es el mismo que jugaba con el Manchester United en la década de los 90, ni mucho menos el que llegó al Real Madrid en 2003, pero la labor de su pierna derecha le alcanza para “echarse el equipo al hombro”.
Beckham realizó 29 pases y 14 centros con lo que demuestra que sus dotes de pasador están intactos; el inglés es el eje del cuadro angelino y todos los ataques pasan por él.
El número 23 del Galaxy se dio el lujo de ser figura en las dos anotaciones de su equipo, en el primero cobró el tiro de esquina para que González anotara, mientras en el segundo le dio el pase a Franklin para que se la sirviera en bandeja a Barret y concretara.
En el trabajo defensivo Beckham no realiza mucho esfuerzo, solo quitó un balón y en pocas jugadas baja a la parte defensiva, ya que la mayoría del juego la desarrolla en el medio del campo.
David no pudo ser controlado por Guzmán y distribuyó el balón como quiso durante los 90 minutos. La Liga cuidó bien las cercanías de su área y no provocó faltas cerca de la misma, por esto la figura de origen británico no incómodo al portero Iván García.
“Tiene un enorme conocimiento del juego, sabe aparecer en los momentos indicados, sin duda fue el mejor jugador del juego”, comentó el técnico nacional Gerardo “Puro” Ureña.
Para Ureña, Beckham cumple una función trascendental en el cuadro estadounidense, ya que aunque no defiende mucho, se coloca entre los cuatro defensores para que apenas se recupere la pelota, él realice la salida con sus pases largos.
“Sin duda tiene una gran inteligencia para jugar, tiene el marco contrario en la mente y sabe colocar la pelota en el pie de su compañero”, concluyó el “Puro”.
