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Lunes 31 de octubre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

Aplazan para hoy juego contra Pérez Zeledón

Autobús de Orión se quedó varado

Alfonso Quesada, corresponsal GN y Rodolfo Martín

rmartin@aldia.co.cr

Pérez Zeledón, San José.- Al autobús, simplemente, se le apagó el motor y ya no volvió a encender, un imprevisto que boicoteó la planificación hecha por los dirigentes de Orión–Desamparados para llegar ayer a tiempo a su juego contra el equipo local, en el estadio de San Isidro de El General.

El partido entonces quedó pospuesto para hoy a las 11 a.m. ante la imposibilidad de iniciar el partido a la hora establecida, según negociación desplegada por Fernando Quesada, comisario de la Unafut con los presidentes de ambos clubes.

¿Los dejaron botados?

El bus, se quedó varado a las 8 a.m., cuando trasladaba al plantel del hotel Villas Gaia, situado en Ojochal de Osa hacia San Isidro de El General, confirmó Luis Coto, asistente del técnico Juan Luis Hernández.

Este último afirmó que inicialmente le solicitaron ayuda al Pérez Zeledón, pero que no se la quisieron brindar. Sin embargo, su presidente Gilbert Fernández, lo desmintió al afirmar que cuando le enviaron otro autobús de reemplazo, Juan Luis, supuestamente, argumentó que ya no lo necesitaban porque le habían enviado uno desde San José.

“Si hubiera aceptado el mío habría llegado al partido a tiempo”, afirmó Fernández.

Orión-Desamparados había llegado al hotel Gaia antenoche a las 8 p.m. tras partir de San José a las 4:45 p.m., después de la usual práctica de los sábados.

El desperfecto ocurrió cuando el bus circulaba por el poblado de Tinamaste, a 18 kilómetros kilómetros al noreste del centro de San Isidro de El General.

El Orión había recorrido unos 45 kilómetros.

Al inicio, en el estadio hubo momentos de incertidumbre porque se acercaba la hora del arranque del juego y Orión no llegaba.

La incomunicación obedecía a una falta de cobertura en el sistema de telefonía celular. La primera noticia de lo ocurrido trascendió cuando llegaron al estadio el asistente Coto y el utilero Alberto Ramírez en un taxi carga que pasó por donde estaban varados y que le hacía un acarreo a una familia que se pasaba de casa.