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Ciudad de Panamá. - Cuando las bandas no funcionan, el mediocampo no carbura y el ataque pasa desapercibido, es muy sencillo saber el resultado final.
Panamá superó 2-0 a una Costa Rica que no mostró nada sobre la grama del Rommel Fernández y que dejó en evidencia que el camino es muy largo, para encontrar la fórmula que la lleve a la Copa del Mundo Brasil 2014.
¿Le damos el beneficio de la duda a este equipo? Por el tiempo de trabajo con Jorge Luis Pinto podría ser que sí, lo cierto del caso es que jugando de esta manera no se llega a ningún lado. Hay tiempo, pero tampoco es mucho.
Junio, cuando inicie la eliminatoria para la Nacional, está a la vuelta de la esquina y hay que acabar con esas dudas. Un Roy Myrie sin ritmo y sin confianza; un Junior Díaz que sigue dejando dudas sobre la banda izquierda ¿cuántas oportunidades más le darán? Eso en defensa.
Ya en la zona de volantes ni Azofeifa, ni el Puppy López, ni el “Zorro” Hernández se echaron el equipo al hombro. Mal, así de sencillo. Y Bryan Ruiz sigue sin aparecer. Aún no muestra con la Selección lo que sabe, lo que lo hizo figura con el Twente y lo llevó a Inglaterra.
Ayer se vio aislado, escondido, y aunque muestra destellos de su calidad técnica, no marca la diferencia que debería.
Los canaleros mostraron que están bien, que su crecimiento no es una ilusión y que quieren ser protagonistas. Golpearon rápido y preciso con los goles de Gabriel Gómez de penal y Blas Pérez, fueron intensos, mostraron garra y superaron en todo a un cuadro tico al que quizá le venga bien algo de esa garra y actitud que pusieron los panameños. El camino es largo, muy largo… Le toca a Pinto ponerse el overol porque no será nada fácil, mientras hay jugadores que no dan la talla.
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