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Jueves 20 de octubre de 2011, Costa Rica
Pasión por el deporte

AyA detectó anomalías en La Sabana

Icoder debe ¢160 millones de agua

Kenneth Hernández Cerdas

kenneth.hernandez@aldia.co.cr

Una investigación de Acueductos y Alcantarillados (AyA) detectó conexiones ilícitas en parte de las tuberías que abastecen de agua a un sector de La Sabana.

La anomalía provoca que el Instituto Costarricense del Deporte y la Recreación (Icoder) gaste más líquido de lo permitido y no pague un cinco por él.

De modo que Acueductos solo cobra los montos facturados de acuerdo con los datos que arrojen sus medidores.

Era para el lago, pero...

El informe del AyA del cual Al Día tiene copia, revela que existe un “uso indebido y abusivo de este servicio”, basado en que existen derivaciones de una tubería madre que abastece al lago de La Sabana, pero que se desvía a la piscina de forma ilegal.

No hay certeza de quién lo hizo pero la evidencia es clara: se adaptaron “pegas” sobre la tubería para redistribuir el líquido hacia otras zonas del parque y con ello se burló el pago por el servicio.

Millonaria deuda

El AyA ya notificó formalmente al Icoder sobre la irregularidad citada y le advirtió que debe pagar por el servicio que utilizó de manera ilegal.

De acuerdo con cálculos preliminares de dicha entidad, la deuda llegaría a ¢160 millones.

Este monto se basa en el consumo registrado en el periodo que va desde junio de 2008 hasta octubre del año en curso.

La cantidad de agua que no se cobró es de 140.244 metros cúbicos en un lapso de 39 meses.

A modo de comparación, por el servicio del mes pasado el Icoder canceló una factura de ¢838.000.

Inspectores del AyA detallaron además que buena parte de la red debe ser sustituida, pues presenta fugas y está en mal estado.

“Hay que pagar, ni modo”

Luis Peraza, director del Icoder, declaró a Al Día que desconoce el monto que le cobrará el AyA, no obstante, asumirá la responsabilidad que corresponda.

“Vamos a ponernos en regla en lo que ellos dicen que está mal. Sobre el monto a pagar todavía no lo sabemos porque es un cálculo que ellos deben hacer. Poco o mucho es un agua que se gastó y hay que pagarla, no hay vuelta de hoja, ni modo”, sentenció.

Peraza añadió que no tiene certeza de quién y cuándo se instaló la tubería ilegal por lo que es un conflicto añejo heredado por la actual administración del Icoder.

“No fue que nosotros conectamos el tubo y el agua se fue para la piscina. Acueductos puso el hidrómetro en 2008 y si lo puso fue porque sabía que esa tubería existía desde antes”, puntualizó.