Manchester.AP. Durante años el Manchester City era el pariente pobre de la ciudad que se limitaba a mirar desde abajo, con una mezcla de envidia y admiración, al poderoso Manchester United, que dirigido por Alex Ferguson se cansaba de ganar títulos.
Ser simpatizante del City requería tanto lealtad como masoquismo y buen humor. El ex técnico Peter Reid recuerda que el club era tan modesto que una vez tuvo que pagar un hotel para el equipo con su propia tarjeta de crédito.
Mientras Ferguson conducía al United a la final de la Copa Europea de 1999, City estaba en la segunda división. Y cinco meses antes de que United se consagrara rey de Europa, el City cayó a su peor posición, la tercera división del fútbol inglés.
Pero sus incondicionales seguían al equipo donde estuviese. Mientras el United se frotaba las manos de satisfacción, los hinchas del City cruzaban los dedos a la espera de tiempos mejores.
Ese día llegó de la mano de un jeque de Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, con una bolsa de millones de dólares. Y por primera vez en una generación o más, el clásico de Manchester será un duelo entre iguales.
El City lleva esta vez dos puntos de ventaja sobre el United y, de ganar, la aumentaría a cinco.
“No es nada fácil estar en la misma ciudad frente a un equipo muy exitoso”, afirmó Mike Summerbee, que jugó unos 450 partidos para el City en las décadas del 60 y el 70. Pero ahora es distinto.
En las oficinas del City hay aroma de revolución, renovación y dinero en el aire. La gente se admira al ver cómo la riqueza del jeque Mansour bin Zayed al Nahyan está transformando al club que adquirió en el 2008, y cómo se abren las puertas a la posibilidad de que el City desbanque al United de su pedestal.
Los dirigentes del City no quieren decir cuánto ha invertido el jeque Mansour. La prensa británica calcula que la compra del club y de jugadores, además del pago de sus salarios, ha superado los 1.000 millones de libras (¢762 mil millones).
“No veo esto como la caída de un imperio y el surgimiento de otro”, afirmó Bryan Robson, que jugó 461 partidos para United en los 80 y 90, en los que anotó 99 goles. “Creo que son dos imperios en una sola ciudad”, finalizó el exjugador inglés.
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