Para Alexander Guimaraes, técnico del Saprissa, la eliminación de su archirrival, Liga Deportiva Alajuelense, de la Concachampions, no tiene tintes catastróficos.
“Guima” le da su palmadita de consuelo al “Machillo” Ramírez y recuerda que él vivió una experiencia similar en el Mundial de Corea-Japón, cuando al mando de la Selección mayor quedó fuera de la segunda fase, por un gol, como le pasó a los manudos.
“Me parece que han hecho un muy buen trabajo”, alabó Guimaraes al referirse al retorno rojinegro a la vitrina regional como representante del fútbol nacional.
Destaca la sumatoria de puntos, compartida con Morelia y Galaxy, y el kilometraje para una joven camada de jugadores ticos. La Liga se queda atascada en el sinsabor del pase a la siguiente ronda un terreno pareciera cuadrado para equipos estadounidenses y mexicanos, salvo el sorpresivo representativo salvadoreño, San Isidro-Metapán.
La falta de contundencia en la meta enemiga, en su reducto como en las visitas, y notadas diferencias competitivas, tácticas, la dejaron en el camino.
En dos juegos claves: en Los Angeles, ante Beckham y sus huestes, y en Morelia, en el encuentro de la verdad, Alajuelense no tuvo los arrestos para amarrar su pase.
La Concachampions, sin ser un dechado de virtudes competitivas, sí eleva la barra de exigencia sobre todo frente a los clubes gringos y aztecas.
Por ahí algunas de las lecciones para la Liga y demás cuadros ticos. Ahora apunta al “tri”, un hueso con hormigas tomando en cuenta el despegue del “Sapri” de “Guima” y la metamorfosis florense.
Punto final-Pedido urgente a Jorge Luis Pinto para que intervenga la Selección preolímpica a las puertas de un repechaje con Panamá y de un descalabro.
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