El técnico, quien sufrió un infarto, dice vivir una vida tranquila

Milton Montenegro

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Tras pasar el susto, el técnico Marvin Solano está que se quema por volver a dirigir.

Desea sentarse en el banquillo y girarle instrucciones a sus pupilos, pero entiende que debe cumplir con la incapacidad.

“Me han dado ganas de dirigir, pero estoy incapacitado hasta el primero de abril y además debo cumplir con las recomendaciones médicas”, dijo Marvin, quien hace 25 días sufrió un infarto.

Pero la pasión por el fútbol está ahí, Solano está pendiente de San Carlos, su equipo, y durante la semana se comunica con sus asistentes para coordinar el trabajo.

“Me han dado ganas de ir al estadio. Me hubiera gustado dirigir ante Pérez Zeledón, pero lo que me pasó fue algo importante y por eso de momento veo los partidos por televisión. Durante la semana hablo con mis asistentes y planeamos todo y por supuesto confío en la capacidad de ellos, para sacar todo adelante”.

El estratega agregó que analiza a San Carlos y por la pantalla chica está tranquilo.

“Si fuera al estadio a ver el juego como un aficionado más, me sentiría más estresado, pero por televisión me siento cómodo, aunque no me gusta cuando el grupo no juega bien, como sucedió ante Pérez Zeledón”.

Ocho kilos menos

Marvin le sugirió a la directiva contratar a un profesional para que trabaje el aspecto mental de los futbolistas.

“Creo que el momento que atraviesa el equipo pasa por la mente, tenemos un buen plantel y los futbolistas deben darse cuenta de la capacidad que poseen”.

Marvin Solano se siente bien, cambió su forma de vida, hace ejercicio en el Centro de Rehabilitación Cardiovascular de la UNA, cuenta con nutricionista y dice que ya perdió unos ocho kilos.

Marvin añadió que pronto dirigirá desde el banquillo.