Deportes
Lunes 27 de febrero de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

La apuesta de Vergara…

Edgar Fonseca Monge, director

efonseca@aldia.co.cr

Don Jorge Vergara, el exmandamás de Saprissa, acaba de sorprender al mundo futbolero con otra de sus salidas.

Hundido Chivas de Guadalajara, el cuadro de sus amores y de sus millones, en el penúltimo lugar de la tabla del fútbol de México, tan requetemal como la Liga aquí. Aunque ganó ayer, tiene solo cinco puntos, cinco derrotas y dos empates, el panorama no le puede pintar más desolador.

Vergara, quien se deshizo de Saprissa, por hastío y por negocio acude a Johan Cruyff,

legendario crack holandés a quien se le atribuyen poderes futboleros supraterrenales. De él, se dice, es el padre de ese exitoso modelo, basado en sus canteras, con el que hoy se pasea en todo el orbe el Barcelona. Cruyff llega, tal lo quiere Vergara, con la altisonante pretensión de convertir al Chivas en “el mejor equipo del mundo”. Si lo logra, México, una vez más, sería modelo. Sino, estaríamos asistiendo a uno de los más estrepitosos fiascos. “A grandes problemas grandes remedios…”, tronó Vergara con la llegada del tulipán. Un contrato por tres años, extendible, en donde Cruyff será el amo y señor del Rebaño Sagrado, como se conoce a Chivas.

En el apremio que pasan sus negocios deportivos, Vergara hace una apuesta de alto voltaje y riesgo. La inversión del Chivas es multimillonaria. Como lo es la del imponente estadio Omnilife.

Vergara le da carta blanca a Cruyff. Se entiende que no interferirá en sus decisiones. Igual tiene el poder para decapitarle mañana. Habrá que dar tiempo a esta yunta.

Cruyff pide precisamente tiempo y no garantiza resultados de la noche a la mañana. Tiene tiempo, también, para mirarse en el espejo del hostil ambiente que padeció el sueco Sven-Goran Erickson quien casi deja a los mexicanos fuera de la ruta a Sudáfrica 2010.