Houston, Estados Unidos/ EFE. - El entusiasmo que la pasada temporada generó Jeremy Lin entre los seguidores de los Knicks en sólo 35 partidos, desapareció con la confirmación oficial de su marcha a los Rockets de Houston.
Nadie, a excepción de los directivos y del dueño de los Knicks, James Dolan, el mismo que permitió los “ fiascos” millonarios de fichajes como Eddy Curry, Larry Brown e Isiah Thomas de entrenador y presidente, entre otras gestiones ruinosas para el equipo, entienden la salida de Lin.
Mientras los aficionados han expresado por medio de las distintas redes sociales su “frustración” por la marcha de Lin, los medios de comunicación neoyorquinos han mostrado con hechos la “poca visión” de los directivos de los Knicks ante la decisión de dejar marchar a este jugador.