San Isidro de Coronado. - Cerca de 15 jugadores del Uruguay de Coronado se tiraban té frío encima, gritaban y saltaban en la gramilla, luego de ganar el Torneo de Clausura, pero había tres que solo observaban, esos eran: Ricardo González, Kevin Cunningham y Rafael Rodríguez.
Esos tres nombres representan kilómetros recorridos en la Primera División, y sus respuestas lo reflejan.
Pregunta: ¿Rafael por qué no celebra?, respuesta: ¿qué hemos ganado? Lo que afirmó Rodríguez es el complemento necesario a los jóvenes que se volvían locos por el logro, olvidando que faltaba la final nacional de la Liga de Ascenso ante Carmelita.
El exjugador del Puntarenas y la Liga fue respaldado por Ricardo González. “El objetivo es ascender a la Primera, solamente hemos ganado el derecho de disputar eso”, sentenció el “Gallo”.
Y es que los “charrúas” y carmelos, ya se aseguraron una doble oportunidad por ascender, ya que si no ganan la final, tendrán que disputar un repechaje ante Orión por un cupo más.
Pero eso no representa una ventaja para el estratega coronadeño, Rándall Chacón.
“Yo no veo ninguna ventaja, acá se decía que el único equipo que nos había ganado en Coronado era San Ramón y al final eso no influyó. Estos partidos son aparte, son finales y hay que jugarlos todos”, concluyó.
Rolando Araya, técnico de Ramonense: “al final seguimos en segunda”
- ¿Por qué pierde su equipo la serie final?
Son partidos en los que no se pueden cometer errores. Al final intentamos con los recursos que tuvimos, pero luchamos hasta el final.
Suma dos finales y dos derrotas en estas instancias...
Yo solo le pido a Dios que me brinde mucha humildad y sabiduría, sobre todo para no volverme loco, sé que pasarán días para recuperarme de esto, pero tengo que levantarme, hay que felicitar a Uruguay.
- ¿Dónde le sacaron ventaja?
No fuimos contundentes, no llegamos al marco rival como queríamos. Al final no nos llevamos nada y seguimos en Segunda.
- ¿Qué piensa del arbitraje?
Un árbitro tiene presión, si cometieron errores son seres humanos, de eso prefiero no hablar.
