Con ella acabó la tradición y la suerte

Patricia Recio G.

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Ella fue la última “novia” que tuvo el Club Sport Herediano, curiosamente con ella terminó la tradición de las madrinas y además esa fue la última vez que los florenses alzaron la copa.

Silvia Vargas Lizano recuerda con cariño esa época y según dijo, la celebración por el título en 1993 fue a lo grande.

“Lo de las madrinas era una tradición muy bonita, había una representante por cada cantón, yo tenía 21 años y representaba a Santa Bárbara”, recordó.

Según dijo el papel de la madrina era muy distinto al que luego asumieron las famosas “Tigritas”, que hace un par de años bailaban previo a los encuentros sobre la gramilla del Rosabal.

“Era algo muy formal y sobre todo muy familiar, nunca estábamos solas y el atuendo era muy decente, lo más destapado que usamos fue un uniforme del equipo” recordó.

Doña Silvia, quien hoy es madre de dos adolescentes y trabaja como encargada de servicio al cliente en un colegio privado, aseguró que es una lástima que se perdiera esa tradición, y aunque ya no visita el estadio con mucha frecuencia, siempre se mantiene fiel a su equipo.

“Me gustaría que Heredia vuelva a quedar campeón y que se retome la tradición de las madrinas del equipo”, confesó la ex madrina de los heredianos.