Tras estar tres días en reposo, Marcelo Fazzio Sarvas, brasileño, quien juega con la Liga, recién comenzó a caminar.
Ayer fue al estadio Alejandro Morera Soto y luego aprovechó para recoger a su hijo en la escuela, pero el fin de semana lo pasó en cama, incluso el domingo no pudo asistir a apoyar a sus compañeros al Estadio Nacional.
Sarvas fue operado, le abrieron un testículo, donde producto de una patada, se le inflamó y se le acumuló una cantidad de sangre. El brasileño recibió seis puntos de sutura.
“Fue en el partido contra Motagua, durante el primer tiempo. Me dieron una patada y pese a que me dolía bastante, seguí jugando”, recordó Marcelo, quien añadió: “luego del compromiso, el doctor me revisó, me inyectó para calmar el dolor y al día siguiente me vio un urólogo, quien tras efectuarme un ultrasonido, recomendó la crigugía”.
En manos de Dios
El mediocampista no puede ejercitarse y eso lo tiene intranquilo, sobre todo porque desea jugar.
“No puedo hacer nada, ni siquiera trotar. Me molesta no poder entrenar y jugar, el médico me dijo que entre 10 ó 15 días podría volver a entrenar”, explicó.
Ante este panorama, Marcelo ve complicado que pueda actuar en el compromiso por la Concachampions el 18 de este mes frente al Morelia de México.
“Seguro no voy a poder estar en ese partido. Dejo todo en las manos de Dios, pero es difícil. Ahora me siento mejor, pero días atrás tenía la parte afectada muy inflamada y con mucha sangre, debo esperar a que cicatrice”.
Alfredo Gómez, médico de Alajuelense, comentó que el caso de Marcelo no es de consideración, se le dio la debida atención y solo deben aguardar el tiempo de recuperación del brasileño.
“Se recupera y en 15 o 22 días puede tener actividad física”.
