Un mes después de haber iniciado su aventura en busca de llegar a la cima del Monte Everest, Warner Rojas, pudo ver frente a frente su mayor desafío luego del esfuerzo y peligros para escalar hasta el campamento 1 a más de 6.400 metros de altura.
“Pude ver la mole de piedra, toda su magestuosidad”, dijo Warner vía telefónica entusiasmado al estar cerca de su meta final, que es escalar la montaña más alta a 8.880 metros.
No ha sido fácil para Rojas, quien está lejos de su hogar, su esposa y familia, pero sabe que el sacrificio más que nunca valdrá la pena muy pronto.
“Este mes que he estado fuera la verdad se me pasó muy rápido, por suerte, pero sí te digo que extraño a Costa Rica, ese verde que tenemos en nuestras montañas y que acá no hay. También el idioma, nuestras costumbres, en fin varias cosas, pero bueno sabía que eso iba a pasar, dijo Warner.
Además, está el tema de la familia que es la parte más dura. Mi hijo menor ya está por cumplir un año y mi esposa me cuenta de cómo va aprendiendo cosas, que ya casi camina, que vienen los primeros dientes, que ya juega mucho con mi hijo mayor de tres años. La verdad, los echo de menos, pero sabía que eso pasaría”.
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