Deportes
Jueves 19 de abril de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Los brumosos revivieron en el torneo

Un baño de agua bendita

Kenneth HernándezCerdas

Redactor

kenneth.hernandez@aldia.co.cr

Cartago.- Una victoria es la mejor medicina para curar los males, y si el triunfo llega acompañado de cinco goles, pues con absoluta razón.

Cartaginés es fiel reflejo de ello, anoche, revivió al propinarle una tunda de 5-1 a un desconocido Santos de Guápiles.

El marcador resultó un negocio redondo para los cartagos ya que ahora dependen de ganarle el domingo en Limón para visar su boleto a las semifinales del Torneo Verano.

Ya no tienen que rezarle a nadie, dependen de su propio rendimiento para definir si cruzan la frontera entre los mejores cuatro exponentes del torneo.

Un detalle que parecía impensado luego de que el sábado anterior Saprissa le clavara cuatro estacas y lo dejara casi en coma.

Hoy la historia es diferente.

Flaca memoria

En el fútbol la memoria es tan flaca que antes de iniciar el juego un sector de la afición llegó empecinado a pedir la cabeza del técnico Johnny Chaves.

No obstante, apenas cayeron los goles, el semblante en la tribuna era otro y al final hasta hubo ovación para el timonel.

Como pocas veces sucede, los fieles brumosos gritaron cinco veces, la misma cantidad de anotaciones que firmaron sus futbolistas en la cancha.

Inclusive, antes de abandonar el estadio hubo un sexto festejo, pero no fue por un gol, sino por la derrota de Alajuelense en el Morera Soto.

Aliado a un Pablo Brenes encendido, el cuadro local montó un ataque feroz que rindió crédito evidente desde el primer tiempo que terminó con una clara ventaja de 3-0. Después, con neblina incluida, en el segundo capítulo, los que sacudieron las redes fueron Andrés Flores y Yader Balladares. Las desatenciones en la parte caribeña resultaron tan notorios que ni lerdos ni perezosos los pupilos de Chaves. Hubo tiempo para el descuento de Roberto Porras, un dardo que sólo sumó a la estadística.

Los hombres de casa simplemente le pasaron por encima de un conjunto guapileño que distó del que a lo largo del campeonato se plantó con hidalguía.

Anoche los dirigidos por César Eduardo Méndez cayeron presa de la desidia en el campo y terminaron con una fuerte golpiza.

En resumen, Cartaginés jugó con un cuchillo entre los dientes y anuló a unos guapileños que y enviaron una seria señal de fragilidad a las puertas de entrar a la zona caliente del certamen.

Mérito brumoso por levantarse de las cenizas y quedar al frente de la línea que lleva a la siguiente ronda. El domingo lo que pase dependerá de sus botines.

COLABORÓ Erick Carvajal.