En el Saprissa

Donny Grant no es el único rechazado en tiempos recientes, por la afición saprissista.

Erick Scott, quien militó con los morados el torneo pasado, no tuvo una buena relación con el “monstruo de siete cabezas”.

Incluso, los constantes silbidos hacia el delantero, probablemente pesaron para que fuera cedido a préstamo al Santos, club en el que milita actualmente.

Scott hacía caso omiso a las críticas del aficionado.

El ariete es de formación liguista, archirrival del Saprissa, quizás una razón por la cual no haya sido aceptado.

El caso de Grant, sin embargo, no reviste causa razonable alguna.

Viene de un equipo pequeño, San Carlos y sus actuaciones han sido buenas, salvo algunos altibajos.

Sin embargo, compite con Víctor Bolívar, un “chineado” de la afición morada, más mediático, más acrobático como portero y con carisma.

Grant es serio, no busca protagonismo fuera de la cancha y no posee ese carisma con la gente. Muchos creen que perdió la titularidad por presión del aficionado.