Deportes
Domingo 8 de julio de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Columna de opinión

Peter Pan en los Olímpicos

Antonio Alfaro

Editor

Alisto maletas, Londres está cerca y entre sensaciones que asoman se alternan expectativas, ilusiones y temores. Temo cruzar la calle justo cuando Mr. Bean conduce a toda prisa rumbo al teatro. También sentirme prisionero del té inglés cuando desearía uno de menta o manzanilla sin mayor protocolo; temo que requiera demasiada parsimonia, en pleno vértigo de la cobertura olímpica. Me ilusiona en cambio el Big Ben (qué mejor reloj para quien no usa uno de pulsera), aunque me parece un demasiada pleitesía eso de llamarle, a partir de este año, Elizabeth Tower, en honor a la reina. Dicen se está torciendo desde el 2003 (aclaro: la torre, no la reina) y que la inclinación ya salta a la vista. Ojalá no se le ocurra hacer una reverencia en plenos Juegos.

En todo caso, me ilusionan también el London Bridge y el Palacio de Buckingham.

¿Acaso se asomará Su Majestad, con los 60 años de reinado encima? Cerca de su modesta morada, pasará Gabriela Traña sudando la gota gorda, sobre ese pavimento rojizo, cual alfombra roja para la realeza. Me entusiasma que destroce su presentación de hace cuatro años, en los Olímpicos de Beijing, el puesto 68 y el cronometraje de 2:53.45, como símbolo de la superación tica.

¿Y medallas? ¿Cuántas medallas de oro? -me preguntó un colega recientemente, en la juramentación de nuestros atletas-. Ninguna -le respondí sin pesar, pese a que con Nery Brenes en plena forma nada puede darse por imposible-. Ninguna, siendo realistas, no pesimistas. Si Nery da pelea en la final, si Traña y Leo Chacón se meten entre los 20 mejores, si Heiner y Osman ganan algún combate, en algún lugar del país algún niño sabrá que no estamos tan lejos, que es en Londres donde nació la historia de Peter Pan. ¡Quizás lo vea volar!