Serena se consagró por quinta vez y en dobles ganaron

AFP Y EFE. - Si en hombres Roger Federer es parte de la historia del tenis mundial, se puede decir lo mismo en femenino de las hermanas Williams.

La menor, Serena, se consagró ayer como monarca en Wimbledon al vencer en la gran final a la polaca Agnieszka Radwanska en tres sets, por 6-1, 5-7 y 6-2.

En dobles las hermanas se dejaron el título (el quinto logrado) al derrotar 7-5 y 6-4 a la pareja checa formada por Andrea Hlavackova y Lucie Hradecka.

Casualmente para Serena, en individual, es su quinto cetro en el torneo londinense, con lo que empata a su hermana Venus.

Entre las dos se han dejado 10 de los últimos 13 torneos sobre la hierba inglesa.

“Apenas puedo describir lo que siento en estos momentos. No imaginé que podría volver a ganar aquí”, dijo Williams, muy emocionada, en el momento de recoger el trofeo.

“No sé si tendría algún Grand Slam o, incluso, si jugaría al tenis si no hubiera estado Venus a mi lado. Hacemos todo juntas y, desde pequeña, siempre la he copiado. Tuvo una gran influencia sobre mí. Cuando ella fue número uno, yo tenía que ser número uno también, y cuando ella ganaba, yo también quería ganar”, explicó la menor de las Williams, dando mucho reconocimiento a Venus.

Aquejada por problemas de salud en los últimos meses, incluida una embolia pulmonar en marzo de 2011, Serena, con 30 años, cree que todavía falta lo mejor.

“Me he sentido muy bien durante todo el torneo, físicamente y mentalmente. Nunca he estado mejor. Después de todo lo que me pasó, siento que esto es el inicio de una nueva época”, aseguró la tenista estadounidense.

Lágrimas de dolor

La polaca Radwanska no pudo contener las lágrimas tras la derrota, que le quitó la posibilidad de ser la número uno del mundo y que le permitió a la bielorrusa Viktoria Azarenka desplazar a María Saharapova y ocupar ese lugar de privilegio.

“Viví las dos semanas más bonitas de mi carrera. “El sueño de cada jugador es disputar finales y estoy contenta haberlo conseguido. Es frustrante perder, especialmente después de jugar un buen partido”, apuntó Radwanska.