Ricardo Costa es un verdadero trotamundos. Habla cuatro idiomas: inglés, español, portugués y sueco. Ha viajado junto a su familia por varios continentes gracias al fútbol.
Dentro de sus experiencias, ha probado la comida sueca, la coreana, la griega, por eso afirma que se siente un turista más cuando visita Brasil. Eso sí, como buen brasileño, admite que baila muy bien la samba.
Y es que estar nueve años fuera de su país, lo ha llevado a probar exóticas comidas, a jugar a -27 grados en Suecia y también a altísimas temperaturas en Malta.
“En cada sitio siempre hay una particularidad. En Suecia jugué casi congelado, muy frío, en Malta siempre hace mucho calor, culturalmente haber vivido en nueve países ha sido muy rico, pero todo tiene su lado malo, por ejemplo, uno no se siente parte de ningún lado. Yo soy como un turista en Brasil y es una situación rara, va a costar un poco que me sienta en casa de nuevo”, expresó.
De las anécdotas que recuerda de su paso por el mundo, Costa contó que le costó mucho a acostumbrare a comer pescado crudo para el desayuno en Suecia y comer con tanta pimienta en Corea. “En Corea comían perros, pero yo nunca pude hacerlo”, recordó con una sonrisa el ariete morado que buscará ganarse a la difícil afición morada.
“Quiero ganarme a la gente con goles”
Sirias se quitó un gorila de encima
Liga a ganarse el respeto “ché”
“A mí me enseñaron a respetar”
Morados espiaron a “uruguayos”
Andrey nunca se da por vencido
La hora del té no es muy olímpica
Sin zapatos, traje ni acreditación
A Pérez le toca ganar...o ganar