Sufrió, sudó como dicen la gota gorda y hasta derramó lágrimas durante los cuatro meses que estuvo recuperándose de una ruptura completa del menisco externo de su rodilla derecha.
Sin embargo, todo ese sacrificio que ha realizado el volante de Herediano Yosimar Arias, podría tener su recompensa mañana el partido ante Limón, donde el jugador podría ver acción por primera vez el torneo de Verano.
“Feliz, hace más de cinco meses que no juego. Muy emocionado, esperando que llegue el partido para poder jugar un rato. Ha sido bastante difícil para mí, me ha costado mucho regresar, tuve muchos problemas personales que me afectaron bastante, un poco de soledad. Hubo lágrimas”, contó Yosimar.