Deportes
Jueves 10 de mayo de 2012, Costa Rica
Pasión por el deporte

Portería del Santos

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Aguilar a sacar la espina de Camacho

Hermes Solano Rodríguez

hermes.solano@aldia.co.cr

Guápiles. - Se dice que los porteros son “animales solitarios” en el área, diferentes al resto del equipo, desde la vestimenta, hasta la mentalidad, pero que entre ellos se entienden muy bien.

Eso demuestran Johnny Aguilar, actual arquero titular del Santos y el ex portero Pablo Camacho, quien hace 10 años vivió una final nacional.

Camacho es el entrenador de porteros del cuadro guapileño y después de una década aún tiene una espina metida en el cuerpo.

Perder aquella final de la campaña 2001-2002 ante Alajuelense es algo que no olvida, pero dice que su pupilo Aguilar quiere ayudarle a limpiar ese sentimiento.

“Siempre ha sido muy agradecido conmigo porque lo he ayudado mucho. Me da las gracias por todo”, asegura Camacho. “Me dice que sabe la espinita que tengo y dice que hará todo lo posible para dejarnos esa medalla”.

Aguilar agradece a Camacho todo lo que le ha enseñado y dice que de cara a esta serie contra Herediano, está tratando de consumir todos los conocimientos que le pueda dar el ex arquero.

“Hay que arrimársele para saber llevar estos partidos, no solo en lo futbolístico, sino también en lo anímico y mental, porque no es fácil”, dice Aguilar, quien ve a Camacho más que como un entrenador de guardametas.

“Él es una gran persona y un muy buen amigo, aparte del campo de trabajo”, dice.

Debut para nunca olvidar

Hablar de Aguilar en el fútbol es contar una historia que muy pocas veces se da en este deporte.

Este torneo llegó al Santos.

Como un auténtico desconocido fue el estelar de César Eduardo Méndez en el inicio del Verano, y aunque se puede considerar novato, ya tiene 28 años.

Jugó varios encuentros, fue relegado al banquillo en otros, pero volvió en la etapa más importante del certamen.

Y en la semifinal ante Saprissa, por lo menos en el juego de vuelta, fue figura para mantener su arco en cero.

Hoy, a las puertas de la final, sueña con dar la vuelta olímpica.

“Uno siente que está para grandes cosas. Creo que nos merecemos el campeonato. Es hora que Santos sea campeón”, dice el guardameta, que ha pasado mayormente su carrera jugando en la segunda división, con Cariari y con La Suerte.

Eso sí, ya tuvo dos opciones antes en el equipo guapileño, una cuando tenía 18 años y la otra cuando estaba Óscar Ramírez, pero no tuvo suerte.

Vo´lvió, recibió la confianza y ahora espera levantar la copa y dar por cumplida su promesa con Pablo Camacho.