Berlín/AFP y EFE. - El Borussia Dortmund, actual campeón, goleó ayer 5-2 al Bayern Múnich en el estadio Olímpico de Berlín ante más de 75.000 espectadores, en la final de la Copa de Alemania, y logró su primer e histórico doblete Bundesliga-Copa.
El polaco Robert Lewandowski anotó un “triplete” para la victoria de su equipo, que se añade a los 22 goles anotados en la Bundesliga.
Cuando todavía estaba en el partido, el Bayern empató de manera provisional por un penal del holandés Arjen Robben y parecía un choque muy parejo.
Después fue Jérôme Boateng quien cometió un penal indiscutible sobre Blaszczykowski, y Mats Hummels batió a Manuel Neuer.
Y, finalizando el primer tiempo, Lewandowski hundió al Bayern, para después convertir el segundo en un paseo aurinegro.
Campeón por segundo año consecutivo, los de Dortmund derrotaron a los bávaros por quinta vez seguida y llevan 29 partidos invictos. “En Dortmund no se podía imaginar algo mejor como final de la Copa de Alemania. Un cierre perfecto, con súper goles. Es difícil traducir en palabras lo que sentimos”, concluyó Jürgen Klopp, técnico del Borussia.
Pensar en la final de la Champions
Esta final de ensueño entre los dos mayores animadores actuales del fútbol germano se convirtió en una pesadilla para los pupilos de Jupp Heynckes.
Y es que el Bayern Múnich tiene una semana por delante para tratar de arreglar las cosas en casa de cara a la final de la “Champions League” ante el Chelsea el próximo 19 de mayo. La pesadilla comenzó a los tres minutos de juego, cuando el delantero japonés Shinji Kagawa abrió el marcador. “Encajamos un gol a los tres minutos de juego e hicimos regalos. Ante Chelsea será completamente otro partido (...) Tenemos todavía una semana para trabajar”, aseguró Heynckes.
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